En un intento por mejorar la experiencia de sus usuarios y fomentar un ambiente más positivo dentro de su plataforma, Instagram, la popular red social de propiedad de Meta, ha comenzado a probar una nueva funcionalidad que permitirá a los usuarios expresar su desaprobación hacia ciertos comentarios. Esta nueva herramienta, conocida como el botón de “dislike” o “no me gusta“, está diseñada para dar a los usuarios una forma más directa y anónima de moderar el contenido de los comentarios sin recurrir a métodos más extremos como el bloqueo o el reporte.
¿Cómo funciona el botón?
El botón de “dislike” se presenta como una flecha apuntando hacia abajo, diferente del ya conocido corazón para “like”. La implementación de esta funcionalidad se centra en la privacidad y la positividad, ya que los dislikes realizados a un comentario serán completamente anónimos. Esto significa que el autor del comentario no recibirá notificación alguna sobre quién ha dado “dislike” a su contenido, ni habrá un contador público que muestre la cantidad de dislikes recibidos. La intención detrás de este diseño es evitar que se creen campañas de acoso o desprestigio contra usuarios específicos.
Cuando un comentario acumula múltiples dislikes, Instagram interviene automáticamente para reducir su visibilidad. Los comentarios con un mayor número de dislikes se reubicarán más abajo en la lista de respuestas, lo que minimiza su exposición al público. Este mecanismo no solo ayuda a mantener la calidad de las interacciones sino que también promueve un diálogo más respetuoso y constructivo en la plataforma.
¿Cuándo estará disponible el Dislike de Instagram?
Actualmente, esta función se encuentra en fase de prueba y está limitada a un grupo selecto de usuarios. Instagram, a través de su director Adam Mosseri, ha compartido en Threads que la herramienta se ha diseñado para combatir los comentarios negativos que a menudo inundan las publicaciones. Sin embargo, se ha aclarado que no es una implementación definitiva y que la retroalimentación de los usuarios en esta fase de prueba será crucial para decidir si se convierte en una característica permanente o si requiere ajustes adicionales.
La comunidad de usuarios ya ha mostrado diversas reacciones. Algunos aplauden la iniciativa como un paso hacia una moderación más efectiva y una experiencia de usuario más placentera. Otros, sin embargo, expresan preocupación sobre el potencial de esta herramienta para fomentar la negatividad de manera encubierta o para ser utilizada de forma abusiva. La privacidad de los dislikes es vista por muchos como un acierto, evitando así posibles represalias, pero se debate sobre cómo Instagram manejará los abusos potenciales de esta función.
