La hipotermia es cuando la temperatura corporal se reduce significativamente y el organismo no tiene la capacidad para contrarrestar esa caída produciendo calor, estamos ante un caso de hipotermia, lo cual constituye una situación de peligro que tiene que ser contemplada como una emergencia de salud.
El nivel de temperatura normal se encuentra entre los 36 y 37ºC, pero cuando aparece un episodio hipotérmico se manifiesta una disminución mayor a los 35ºC, generando irregularidades en los sistemas cardiovascular y nervioso, que de no tratarse pueden desencadenar paro cardiaco y respiratorio, con un desenlace fatal.
Las causas más frecuentes de la hipotermia son la sobreexposición al frío o sumergirse en agua fría, por lo que la terapia indicada se centra en elevar la temperatura corporal mediante diversas técnicas.
SÍNTOMAS DE LA HIPOTERMIA
Los escalofríos son lo primero que notarás cuando la temperatura comience a bajar debido a que son la defensa automática del cuerpo contra la temperatura baja para calentarse. Los signos y síntomas de la hipotermia incluyen:
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Escalofríos
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Hablar arrastrando las palabras o balbuceo
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Respiración lenta y superficial
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Pulso débil
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Torpeza o falta de coordinación
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Somnolencia o muy poca energía
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Desorientación o pérdida de memoria
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Pérdida del conocimiento
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Piel de color rojo brillante y fría (en bebés)
Una persona con hipotermia, generalmente no es consciente de la afección porque los síntomas suelen presentarse progresivamente. Además, la confusión de pensamiento relacionada con la hipotermia evita que uno sea consciente de lo que le ocurre. La confusión de pensamiento también puede provocar una conducta arriesgada.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA HIPOTERMIA
Diagnosticar la hipotermia suele ser sencillo por la sintomatología y la narrativa de la situación que ocasiono el evento.
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento a seguir dependerá del estado del paciente y de la magnitud de la hipotermia, pero las técnicas utilizadas para devolver la temperatura corporal adecuada son las siguientes:
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Calentamiento a través de la ingesta de líquidos calientes y frazadas abrigadoras.
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Calentar la sangre por medio de aparatos de hemodiálisis.
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Suministro de líquidos intravenosos.
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Elevar la temperatura de las vías respiratorias.
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Administración de solución salina a través de catéteres para calentar zonas específicas.
En episodios hipotérmicos de gravedad resulta indispensable acudir al área de urgencias de tu hospital más cercano para recibir atención médica inmediata y prevenir posibles complicaciones severas que pueden poner en riesgo tu vida.
