Las freidoras de aire han cobrado gran popularidad en los últimos años, pero ¿es bueno para la salud cocinar con la freidora o todo lo contrario?
La popularidad de las freidoras de aire ha ido en aumento en los últimos años, prometiendo una alternativa para cocinar alimentos fritos.
Las freidoras son dispositivos que permiten cocinar alimentos como papas a la francesa, nuggets de pollo, rodajas de calabacín, entre otros, en una cesta deslizable. Si se desea, se puede rociar una ligera capa de aceite. Un ventilador empuja aire caliente, hasta 230 °C, alrededor de los alimentos.
El aire circulante cocina primero el exterior de los alimentos, lo que crea un recubrimiento crujiente y dorado y mantiene el interior suave, similar a los alimentos fritos. Mientras se cocina la comida, un recipiente debajo de la cesta atrapa los residuos de comida y grasa.
¿QUÉ ALIMENTOS SE PUEDEN COCINAR EN LA FREIDORA DE AIRE?
Una freidora puede cocinar prácticamente cualquier cosa que normalmente freirías en aceite, como:
- Pollo.
- Verduras.
- Aros de cebolla y patatas fritas.
- Dedos de queso.
- Pescado.
- Pizza.
Algunos modelos también tienen configuraciones para tostar y hornear, lo que los hace más parecidos a los hornos convencionales.
Una desventaja de muchos de estos dispositivos es el tamaño pequeño de su canasta, que deja poco espacio para cocinar una comida familiar completa.
Expertos aseguran que, en la mayoría de los casos, freír al aire es más saludable que freír en aceite, ya que reduce las calorías entre un 70% y un 80% y tiene mucha menos grasa.
Este método de cocción también podría reducir algunos de los otros efectos nocivos de freír con aceite. La reacción que ocurre cuando se fríen papas u otros alimentos con almidón produce la sustancia química acrilamida, que las investigaciones vinculan con mayores posibilidades de contraer cáncer.
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