Gracias a la actividad mental, el cerebro de una persona puede ser un cerebro en forma. A diferencia de lo que se pensaba tradicionalmente, se ha comprobado que la estimulación cerebral continuada favorece el desarrollo de nuevas interconexiones neuronales, por lo que es posible compensar el deterioro natural por la edad.
El entrenamiento mental es uno de los recursos que tenemos a nuestro alcance para mejorar o perfeccionar alguno o varios de nuestros procesos mentales. Es posible hacerlo mediante la ejecución de tareas mentalmente demandantes que, poco a poco, irán mejorando nuestras capacidades.
Entrenar las capacidades cognitivas es muy similar a entrenar el cuerpo. Para poder obtener mejorías es importante salir de nuestra zona de confort, hacer un esfuerzo pero también tener una constancia, y así ir subiendo poco a poco la dificultad. Una vez que estamos acostumbrados a cierta tarea, la hacemos de manera automática, dejando de ser un entrenamiento y pasa a ser una rutina.
Te dejamos algunos consejos para que puedas activar tu mente, y sacar el máximo potencial, estando más despejado.
1. Aprende algo nuevo.
El cerebro necesita ser ejercitado y para ello hay que darle retos nuevos. Cuando haces algo por primera vez y te esfuerzas en aprenderlo, ya sea un idioma, una afición o un juego, tu cerebro está entrenando las neuronas y sus conexiones.
No hace falta que vayas a algo tan complejo como aprender un nuevo idioma, basta con que pruebes una nueva receta o aprendas a bailar.
2. Utiliza tus sentidos.
Con el objetivo de utilizar los sentidos, la Universidad de Harvard realizó una prueba en la que enseñaba a un grupo de personas varias imágenes sencillas, todas con un determinado olor. A continuación volvieron a mostrar otras imágenes, esta vez sin olor.
Una vez terminado el proceso volvieron a enseñar todas las imágenes al grupo y les preguntaron cuáles vieron anteriormente. Las personas recordaban mucho mejor aquellas que estaban asociadas con olores.
3. Habla en voz alta.
Si quieres aprender algo, es mucho más fácil que lo memorices cuando lo dices en voz alta. Es igual que cuando escribes algo a mano en lugar de hacerlo en un computadora.
Tu cuerpo tiene que hacer un pequeño esfuerzo y concentrarse mejor en cada palabra, por lo que le resulta más sencillo memorizar esa información.
4. Procesa la información dividida
Si intentas aprender algo de golpe te será complicado. Sin embargo, si la divides en bloques es mucho más sencillo.
Un ejemplo claro es memorizar una cifra o una fecha; subdivide los números en parejas o tríos para poder memorizarlo mejor.
5. Relaciona los nuevos con los viejos conocimientos
Busca una conexión entre aquello que ya sabes y lo que quieres aprender. De esta forma será como integrar una nueva parte a un conocimiento previo y para el cerebro es algo menos complejo.
No tiene que ser muy profundo, si la relación tiene sentido para ti, es suficiente. Usa recuerdos, fechas importantes para ti, nombres conocidos o libros que hayas leído.
6. Usa la otra mano
Otro modo de ejercitar tu cerebro es usar la mano contraria a la que domines, como si fueras ambidiestro. No hace falta que te pongas a tomar apuntes, pero puedes probar comiendo o peinándote.
Esto obliga a tu cerebro a realizar conexiones diferentes a las que está acostumbrado y a la vez lucha contra el envejecimiento.
7. Tu cerebro necesita de la vida social
A veces los pendientes, el estrés y el trabajo se apropia de toda tu vida y no deja espacio para el ocio o los amigos. Aprender y desarrollar tu potencial está bien, pero no puedes dejar de lado las relaciones personales.
Las personas son seres sociales y conocer gente, mantener conversaciones es una forma de luchar contra la depresión o la ansiedad, además de reducir el estrés y generar un sentimiento de comunidad.
Así que no te olvides de cuidar tu mente y empieza a dedicarle unos 30 min. al día para estar mas relajado y mantener activa la mente.