Las lluvias torrenciales registrados en los últimos en el Estado de México han logrado una recuperación sustancial en las presas, entre ellas las del Sistema Cutzamala, que se encuentran al 53.16%, según las estadísticas del Sistema Nacional de Información del Agua (SINA) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Esto quiere decir que, en comparación con el nivel de almacenamiento que tenía el Cutzamala al 12 de agosto pasado, subió un 16.36% (estaba al 36.8%), pero si se compara con el nivel del 15 de julio pasado, cuando estaba al 29.1%, se deduce una diferencia positiva del 24.06%.
Con corte al 15 de septiembre pasado, las presas El Bosque en Michoacán y Villa Victoria y Miguel Alemán en el Estado de México, almacenaban un total de 416 hectómetros cúbicos (hm3) de los 782.51 que estos embalses son capaces de almacenar en conjunto.
El Sistema Cutzamala se encuentra al 53% de su capacidad
Las estadísticas del SINA del pasado 15 de septiembre refieren que la presa con mayor almacenamiento es El Bosque, al contar con 76% a la fecha referida. Es decir, de los 202.40 hectómetros cúbicos que puede almacenar, tenía 153.08 hm3.
Si bien en meses anteriores la presa Villa Victoria, ubicada en el municipio mexiquense del mismo nombre, presentaba niveles de almacenamiento alarmantes, para el 15 de septiembre pasado tenía un llenado de 88.27 hectómetros cúbicos de los 185.72 que es capaz de almacenar. Con ello, ese embalse estaba al 48%.
En el caso de la presa de Valle de Bravo, el SINA precisa a través de sus estadísticas que contaba con un almacenamiento del 44%, lo que representan 174.65 de los 395.39 hectómetros cúbicos que tiene como Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO).
En días pasados, el organismo de Cuenca Aguas del Valle de México dio a conocer el adecuado manejo hidrológico que se lleva a cabo en la cuenca del río Cutzamala, mismo que fue reforzado a partir de junio pasado, ha permitido la recuperación del sistema, a través de los escurrimientos registrados en la región.
Es de recordar que el Sistema Cutzamala suministra el 25% del consumo de agua del Valle de México, región que se vio severamente afectada ante las constantes reducciones en el suministro de agua, principalmente en los meses de marzo a mayo, cuando la sequía se encrudeció.
A la fecha se mantiene la política de no realizar extracciones de la presa Valle de Bravo, pues ésta bajó a niveles no antes vistos, lo que alarmó a la población que depende de la actividad turística de esa región.