El jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos hizo los comentarios al Congreso, mientras los legisladores instaron a la agencia a ser más dura con la empresa y obligarla a solucionar sus problemas.
Antes de la audiencia, los legisladores demócratas publicaron los resultados de una encuesta interna perjudicial que Boeing realizó en mayo, que encontró que más de la mitad de los trabajadores de Boeing sentían que las «presiones de horario» habían causado que su equipo bajara sus estándares.
Menos de dos tercios de los encuestados consideraron que contaban con la formación o las herramientas y los materiales necesarios para realizar su trabajo correctamente. Boeing afirmó que sabía que tenía trabajo por hacer.
“Hemos tomado medidas importantes para fomentar una cultura de seguridad que empodere y aliente a todos los empleados a compartir su voz, pero requerirá un enfoque continuo”, dijo Boeing en un comunicado.
“Bajo la supervisión de la FAA, continuamos implementando nuestro plan integral para fortalecer la gestión de seguridad, el control de calidad y la cultura de seguridad de Boeing”.
La seguridad y la calidad de los aviones de la compañía están en el punto de mira desde que una pieza de un nuevo avión de pasajeros se desprendió en el aire en enero.
El incidente generó preocupación por que la compañía no había hecho lo suficiente para mejorar sus procesos de fabricación y controles de seguridad, a pesar de las promesas hechas después de que dos de sus aviones estuvieron involucrados en accidentes fatales cinco años antes.
El miércoles, el senador Richard Blumenthal dijo que los reguladores debían presionar a la compañía de manera más agresiva para realizar cambios.
Dijo que era escéptico de que el actual plan de mejora adoptado por la FAA y la compañía hiciera una diferencia, diciendo que parecía como si la compañía estuviera «reciclando» compromisos de seguridad que había hecho años antes.
Sus preocupaciones sobre la supervisión laxa fueron compartidas por algunos republicanos en el panel, quienes notaron que los denunciantes dentro de Boeing todavía estaban contactando a los legisladores con preocupaciones sobre represalias y esfuerzos de la compañía para elegir a sus inspectores.
«Necesitamos una supervisión estricta», dijo el senador Josh Hawley. «Quiero asegurarme de que su agencia les obligue a cumplir con sus obligaciones».
El administrador de la FAA, Mike Whitaker, dijo que sentía que ahora existían las reglas correctas para mejorar la compañía, señalando una orden de la FAA que limita a Boeing a producir 38 aviones al mes y la demanda de la agencia de que Boeing use mejor tecnología para rastrear herramientas y materiales.
«Es un nivel de compromiso mucho más intenso y tenemos previsto mantenerlo indefinidamente», afirmó. «El objetivo es un cambio de cultura en Boeing y se trata de un proyecto a muy largo plazo».
Pero Blumenthal dijo que el límite de producción era parte de una serie de «medidas a medias», señalando que Boeing estaba fabricando actualmente muchos menos aviones de los que podría.
Criticó a los 11 inspectores que la FAA envió a la fábrica de Boeing en Renton, Washington, calificándolos de «inadecuados» y expresó su preocupación por que la FAA estaba dando a Boeing demasiada información sobre las auditorías de los reguladores.
El Sr. Blumenthal dijo que pensaba que habría formas más efectivas de presionar a la compañía para que cambiara, como por ejemplo limitar el salario de los ejecutivos.
La audiencia se produjo mientras más de 30.000 trabajadores de fábricas en el noroeste del Pacífico siguen en huelga por salarios y otros beneficios.
