No todos los metales son micronutrientes esenciales. El mercurio, en particular, no juega un papel en la promoción de la salud humana. Más bien, se considera el metal pesado más tóxico en el medio ambiente y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los 10 principales productos químicos de preocupación para la salud pública.
El mercurio existe en tres formas: orgánico (por ejemplo, metilmercurio en el pescado), inorgánico (por ejemplo, baterías y desinfectantes) y elemental (por ejemplo, amalgama dental y termómetros). Todos los tipos de mercurio se acumulan en el cuerpo con el tiempo.
Encontrado naturalmente en el medio ambiente, el suelo y como un subproducto de la contaminación en el aire, el mercurio es transformado por bacterias en el compuesto orgánico nocivo metilmercurio.
Recomendaciones y seguridad de mariscos
El pescado y los mariscos contienen proteínas, ácidos grasos omega-3 y otros nutrientes esenciales. Algunas directrices dietéticas recomiendan que los adultos coman una variedad de alimentos con proteínas, incluidas dos porciones de mariscos por semana.
Desafortunadamente, el consumo de mariscos es la forma más común en que las personas están expuestas al mercurio.
Si bien pequeñas cantidades de mercurio de los mariscos no plantean serios problemas de salud para la mayoría de las personas, las mujeres embarazadas y los niños pequeños son más susceptibles a posibles problemas de desarrollo neurológico. Las mujeres embarazadas y lactantes deben comer de ocho a 12 onzas de mariscos con bajo contenido de mercurio por semana, y a los niños se les deben servir porciones más pequeñas una o dos veces por semana según sus necesidades de edad y calorías.
Casi todos los pescados y mariscos absorben y acumulan metilmercurio. Los peces más grandes y longevos, como el pez espada y el patudo, acumulan los niveles más altos y representan el mayor riesgo.
Los niveles de mercurio varían de 0.003 partes por millón en vieiras a 1.123 partes por millón en azulejos del Golfo de México. El metilmercurio en el pescado se absorbe del 95 al 100 por ciento en los intestinos. Los datos de especialistas muestran que la mayoría de las personas tienen niveles de mercurio en la sangre por debajo de 10 microgramos / litro; Los niveles inferiores a 20 microgramos / litro son normales y no están asociados con efectos negativos para la salud.
Organizaciones especializadas clasifican los peces en tres niveles para las mujeres en edad fértil (16 a 49), especialmente aquellas que están embarazadas o en periodo de lactancia y los niños mayores de 6 meses. Los adultos deben comer dos o tres porciones por semana de «Mejores opciones» o una porción por semana de «Buenas elecciones».
Envenenamiento por mercurio
La intoxicación por mercurio tarda meses o años en desarrollarse con un exceso de exposición. La exposición de la piel, la inhalación o la ingestión de mercurio pueden tener efectos nocivos en los sistemas nervioso, digestivo e inmune, pulmones, riñones, cerebro, corazón y ojos.
La toxicidad depende de la dosis, exposición, frecuencia y salud de la persona. Los síntomas varían según el tipo de mercurio y pueden incluir temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, dolores de cabeza y disfunción cognitiva y motora.
No existen criterios de consenso para el diagnóstico de sobrecarga de mercurio. El tratamiento incluye la eliminación de la fuente y, en algunos casos, la terapia de quelación, que une las toxinas en el torrente sanguíneo.
Poblaciones afectadas
Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, los lactantes y los niños pequeños son más susceptibles a los efectos del mercurio. La mayor preocupación es cómo el metilmercurio cruza la barrera hematoencefálica y la placenta. Los altos niveles de exposición regular pueden provocar graves efectos neurológicos en el feto y pueden provocar retraso mental en los niños. Puede haber una asociación entre el metilmercurio elevado y el riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos, pero la evidencia es mixta.
Para destacar
La evidencia muestra que los beneficios de consumir pescado con bajo contenido de mercurio superan los riesgos de sobrecarga de mercurio. Los niños pequeños y las mujeres en edad de procrear, embarazadas o en periodo de lactancia deben consumir las porciones semanales recomendadas de pescado con bajo contenido de mercurio y evitar comer pescado con alto contenido de mercurio.
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