Un icónico Mercedes de diseño aerodinámico, con el que compitieron en 1955 Stirling Moss y el legendario cinco veces campeón de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, podría convertirse en el monoplaza de Gran Premio más caro jamás subastado. La puja se llevará a cabo el sábado en Stuttgart.
El modelo en cuestión es el W196 R Stromlinienwagen, una de las únicas cuatro unidades completas que aún existen. RM Sotheby’s lo subastará en representación del Indianapolis Motor Speedway (IMS), con un precio estimado superior a los 50 millones de euros (52 millones de dólares).
De alcanzar esta cifra, se convertiría en el segundo automóvil más costoso vendido en una subasta, solo detrás del Mercedes 300SLR Uhlenhaut Coupé de 1955, que se vendió por 135 millones de euros en mayo de 2022.
Hasta ahora, el coche de Fórmula Uno más caro vendido en una subasta fue otro Mercedes W196 que perteneció a Fangio, el cual alcanzó los 29,6 millones de dólares en Goodwood en 2013.
Este vehículo en particular es el primer W196 R con carrocería aerodinámica que se ha ofrecido a compradores privados. En su configuración con ruedas descubiertas, Fangio lo llevó a la victoria en el Gran Premio de Buenos Aires fuera del campeonato en 1955.
Ese mismo año, Mercedes se retiró del automovilismo tras la tragedia de Le Mans, en la que murieron 84 personas, y no regresó a la Fórmula Uno como fabricante de motores hasta 1994.
El monoplaza se presenta con la decoración utilizada en Monza y cuenta con documentación completa.
«Sin duda, es el coche de carreras más bello de todos los tiempos. No hay nada comparable; es una obra maestra del diseño y la ingeniería», afirmó Marcus Breitschwerdt, responsable del patrimonio de Mercedes-Benz, en declaraciones a Reuters Televisión.
«Es un coche extremadamente rápido, capaz de superar los 300 km/h. No creo que requiera mucho esfuerzo para volver a ponerlo en marcha, y con gusto ayudaremos al comprador a hacerlo».
El chasis número 00009/54 fue donado por Mercedes al museo del Indianápolis Motor Speedway en 1965 y ahora se subasta con el propósito de recaudar fondos para la restauración del museo.
Como parte de su objetivo de enfocarse más en la historia del automovilismo estadounidense, el museo de Indianápolis planea vender un total de 11 automóviles de su colección en tres subastas a lo largo del año.
