
El programa Alimentación para el Bienestar, lanzado por el Gobierno Federal a través de la fusión de Segalmex, Diconsa y Liconsa, vuelve en 2025 con apoyo reforzado. El objetivo: garantizar canastas alimentarias integrales —que ahora también incluyen productos de higiene y limpieza— para familias en situación de vulnerabilidad.
¿Qué productos trae la despensa?
Cada despensa contiene una selección de 24 productos esenciales que combinan alimentos nutritivos con artículos de aseo personal y limpieza doméstica:
- Alimentos básicos: arroz, frijol claro, lentejas, avena en hojuelas, leche semidescremada en polvo, harina de maíz nixtamalizada, pasta de trigo integral, atún en agua, aceite comestible y ensalada de legumbres y verduras enlatada.
- Productos de limpieza e higiene: papel higiénico, jabón de tocador neutro, blanqueador para ropa y detergente en polvo.
- Estas entregas están diseñadas con base en criterios de calidad nutricional e inocuidad, y pueden ir acompañadas de servicios complementarios como asesoría psicológica, nutricional, jurídica o trabajo social.
Beneficiarios y proceso de registro
El programa está dirigido principalmente a mujeres en condiciones de vulnerabilidad —especialmente en el Estado de México, pero con alcance nacional—, incluyendo personas de 2 a 64 años registradas en pobreza alimentaria.
El registro 2025 estuvo disponible hasta el 29 de mayo, y las convocatorias posteriores incluyeron etapas de autorización y entrega entre el 10 y 23 de junio en módulos físicos y en línea.
Impacto y alcance social
La entrega de estas despensas representa un alivio significativo para miles de familias al reducir el gasto mensual en alimentos y productos de higiene. Además, fortalece el acceso a una alimentación más variada y balanceada —con sustitución de productos ultraprocesados— y promueve el bienestar físico y emocional mediante los servicios de acompañamiento.
Perspectiva y retos
La integración de más categorías en la despensa refleja la visión integral del programa: atender tanto la nutrición como la salud e higiene. Sin embargo, la permanencia del paquete anual depende de mantener la logística eficiente y garantizar que llegue a donde más se requiere, sin desvíos.
Existe también el reto de monitorear la distribución y adaptar el contenido a las necesidades de cada región, garantizando que los productos sean culturalmente apropiados y respondan a patrones de consumo locales.
La despensa del Bienestar 2025 reafirma el compromiso del Gobierno con la contraseña alimentaria y sanitaria de los más vulnerables. Con 24 productos esenciales, servicios complementarios y un plan de registro claro, el programa ofrece un soporte tangible. Para maximizar su impacto, es clave mantener transparencia, adaptabilidad y alcance efectivo.
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