La historia de los dátiles es tan rica como su sabor. Aunque su origen exacto es incierto, se sabía que los dátiles se cultivaban en la Media Luna Fértil entre Egipto y Mesopotamia ya en el 4000 A.C.
Las palmeras datileras tienen mejores resultados en las regiones tropicales y subtropicales. Siguen siendo un cultivo importante para Irak, Irán, Arabia y el norte de África al oeste de Marruecos. Desde principios del siglo XX, las fechas también se han cultivado en el sur de California, Arizona y Florida.
La recolección de fruta de una palmera datilera es un proceso que requiere mucha mano de obra y puede llevar de siete a 10 años. El viento poliniza las palmeras datileras de forma natural, pero para garantizar un rendimiento adecuado, los productores deben polinizar cada palma a mano. Un trabajador puede trepar el mismo árbol adulto varias veces al día para recortar espinas afiladas, controlar la circulación del aire y garantizar la exposición adecuada a la luz solar para que las fechas alcancen el tamaño óptimo. Luego, la fruta madura se cubre con bolsas de arpillera o redes de nylon para protegerse de los depredadores hambrientos, como las aves y los insectos. Dado que los dátiles no maduran simultáneamente, este proceso se realiza repetidamente, recogiendo frutas una por una hasta que se agote la cosecha.
La ubicación de origen del dátil es clave hoy en día para su relevancia culinaria y multicultural. El fruto es prominente en las religiones abrahámicas del cristianismo, el judaísmo y el islam, y se cree que las palmeras datileras son el «manzano» original en la historia bíblica de Adán y Eva. En el judaísmo, las fechas se consideran una de las siete frutas sagradas, o siete especies, y siguen siendo un ingrediente importante en la cocina israelí. Se cree que el silan, un extracto de jarabe tomado de dátiles, es el componente dulce de la prometida «tierra de leche y miel». En el Islam, el final del Ramadán se celebra celebrando ma’amoul (galletas de mantequilla con relleno de dátiles).
En la cocina
Ya sea que se coman frescos o secos, rellenos o simples, en puré o picados, los dátiles son una fruta versátil. Gracias a que los chefs modernos encuentran nuevos usos para adaptarse a los gustos cambiantes, no desaparecerán pronto.
A medida que crece la preocupación por el alto consumo de azúcares añadidos, los consumidores buscan edulcorantes menos procesados. Con un contenido de carbohidratos del 60 al 80 por ciento (principalmente glucosa y fructosa) y pectina capaz de unir ingredientes, los purés de dátiles se han convertido en un ingrediente popular en barras energéticas, batidos y aderezos para ensaladas. La fecha del azúcar, las fechas secas molidas en polvo, es una alternativa para el azúcar de caña granulada en las recetas.
Aunque hay similitudes, cada cultivar tiene características distintas. Los dátiles Medjool tienen un exterior suave, textura masticable y sabor a caramelo. Su forma más gruesa los hace ideales en recetas que requieren queso de cabra o relleno de almendras. En contraste, los dátiles de deglet noor son más pequeñas, con una carne más firme y un sabor delicado y meloso. Son una cita para todo uso, buenas para hornear o comer por su cuenta.
La mayoría de los tipos de dátiles son ovales y de 1 a 2 pulgadas de largo. Todos los dátiles contienen una semilla o hoyo largo y estrecho, pero muchos minoristas ofrecen versiones sin hueso para mayor comodidad. Para las recetas, espere 1 libra de dátiles sin título para obtener aproximadamente 2½ tazas de dátiles picados y picados. Si se deshuesan, 8 onzas de dátiles picados son aproximadamente 1¼ tazas.
En la nutrición y medicina
Una porción de ½ taza de dátiles sin hueso proporciona 4 gramos, o el 15 por ciento del valor diario de fibra dietética; 10 por ciento del valor diario de hierro; y 4 por ciento del valor diario de calcio. Como fuente de fibra insoluble, se ha demostrado que el consumo de dátiles aumenta la frecuencia de las deposiciones.
Para las mujeres embarazadas, los dátiles son una forma posible de reducir la necesidad de un aumento del trabajo de parto o estimular el útero para aumentar la frecuencia, duración e intensidad de las contracciones después del inicio del trabajo de parto. Un estudio muestra que, aunque el consumo de la fecha al final del embarazo no aceleró el inicio del parto, sí ayudó a reducir la necesidad de aumentar el parto con oxitocina. Sin embargo, una revisión sistemática que evaluó múltiples estudios concluyó que el consumo de la fecha durante el embarazo acortaba la duración de la gestación, aumentaba la dilatación cervical al ingreso en el hospital y acortaba la duración de la primera etapa del parto. Comer dátiles antes del parto puede ser un tratamiento simple pero beneficioso.
Consumo en cantidades
Los dátiles se pueden comer frescos o secos. Los dátiles frescos son suculentos, con un contenido de agua del 50 al 90 por ciento, mientras que los dátiles secos contienen menos del 20 por ciento de agua. Al madurar, la piel delgada y parecida al papel de una cita cambia de verde a un tono amarillo más profundo, amarillo parduzco, negro o rojo caoba, según la variedad. Al comprar dátiles frescos, busca una superficie regordeta y lisa. Ten cuidado con el moho que retiene la piel muy arrugada. Los dátiles frescos deben refrigerarse y durar hasta dos semanas antes de secarse.
A diferencia de los dátiles frescos, que están en temporada desde fines del verano hasta mediados del otoño, los dátiles secos se pueden comprar durante todo el año. Los dátiles secos tienen una vida útil de seis meses cuando se almacenan en un lugar fresco y seco en un recipiente hermético y durarán un año si se refrigeran.
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