La ofrenda de muertos, es la mezcla cultural donde convergen el ritual y la memoria, es compartir con nuestros difuntos la comida que en vida les gustaba y dialogar con su recuerdo.
El Día de Muertos es una tradición mexicana que honra a los difuntos, se pone una ofrenda a los seres queridos de cada persona que murieron, con la intención de dialogar una vez más con ellos, esta tradición se encuentra inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El culto a los muertos era una celebración de vida para los aztecas. Para nuestros antepasados, el lugar a donde iban los muertos dependía de cómo habían muerto. Tlalocan (paraíso del Dios de la lluvia) para los ahogados; Omeyacan (paraíso del Sol) para los que morían en combate o mujeres en el parto; Chichihuacuauhco para los niños y Mictlán para los que morían de forma natural.
Los elementos de la ofrenda no son una casualidad, cada uno de ellos tiene un significado especial para contribuir al viaje de ida y vuelta de los muertos que regresan al mundo de los vivos para estar una vez más, cada año, con sus seres queridos.
9 Cosas que no deben faltar en tu ofrenda de muertos
1. Mantel Blanco y Sal
El color del mantel y la sal significan pureza y alegría. La sal sirve para que el cuerpo del no se corrompa en el viaje de ida y vuelta.
2. Agua
En el viaje de los difuntos hacia nuestro mundo, el agua les quita la sed además, es un elemento que simboliza pureza, en el cual las ánimas pueden asearse.
3. Velas y veladoras
La flama de las velas o veladoras es la luz, la fe y la esperanza. Es la guía para que los muertos encuentren el regreso a su antiguo hogar. El número de velas que se pone en una ofrenda depende de las ánimas que se quieran recibir. En algunos casos se ponen de color morado a modo de duelo o formando una cruz con cuatro velas para que el alma que regresa a casa pueda orientarse con los puntos cardinales.
4. Copal y Cruz de Ceniza
El copal o el incienso se utiliza para limpiar el lugar de las malas vibras y los malos espíritus antes de que regresen los seres queridos. Para los indígenas era un elemento de oración y alabanza a los dioses.
La cruz de ceniza sirve para que el alma llegue hasta el altar y que pueda expiar sus culpas pendientes. Si el ánima se encontrara en el Purgatorio, la cruz puede ayudarlo a salir.
5. Calaveritas
La calaveritas de azúcar representan los cráneos humanos. Las medianas recuerdan que la muerte está siempre presente; las pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y las grandes hacen honores al Padre Eterno, Dios. Las culturas mesoamericanas tomaban los cráneos de los prisioneros sacrificados y los formaban en hilera para honrar a los dioses, el altar era llamado tzompantli. Las calaveras hacen alusión a esa tradición prehispánica.
6. Papel Picado y Petate
El papel es una representación al aire, además de añadir un toque festivo a la celebración. El petate se utiliza para que los muertos descansen y puede funcionar como mantel para colocar los elementos de la ofrenda.
En algunas ocasiones se sustituyen con telas de seda y satín, en donde descansarán las figuras de barro, el incensario o ropa limpia para recibir a los difuntos.
7. Flores
Las flores son un símbolo festivo por sus colores y aromas que adornarán el lugar donde estará el ánima. La flor que se utiliza es la de Cempasúchil, ya que su color representa al sol que guía el alma del difunto. En los altares para los niños se utiliza alhelí o nube, por ser blancas y representar la pureza e inocencia de los pequeños.
8. Comida, bebida y pan de muerto
La comida tiene el objetivo de deleitar a los muertos que visitan la ofrenda, se cocina en honor a los seres recordados, por lo que se pone su comida favorita. Para los adultos se ponen bebidas alcohólicas y cigarros para que los muertos recuerden los momentos que vivieron con alegría. Para los niños se ofrendan dulces típicos de azúcar, amaranto o calabaza.
El pan de muerto representa los sacrificios humanos que se realizaban en la cultura prehispánica. Se incluye chocolate de agua, ya que la tradición prehispánica dice que los invitados tomaban el chocolate preparado con el agua que usaba el ánima para lavarse, así se impregnaban de la esencia del difunto.
9. Retrato
Una fotografía del ser querido quiere decir que él será el que visitará la ofrenda. El retrato debe quedar escondido para que solo se pueda ver con un espejo, como símbolo de que se puede ver a la persona, pero ya no existe.
Pueden colocarse imágenes de santos que sirven como vínculo entre vivos y muertos, además de simbolizar la paz en el hogar y la aceptación de compartir alimentos.