
Un estudio presentado en el congreso Nutrition 2025 en Orlando sugiere que consumir café con cafeína de forma moderada durante la mediana edad puede asociarse con un envejecimiento saludable en mujeres. La investigación es liderada por la doctora Sara Mahdavi, científica afiliada a la Universidad de Toronto y Harvard, y se basa en datos recopilados desde 1984 en el reconocido Nurses’ Health Study.
Metodología y muestra del estudio
El análisis incluyó a más de 47 000 mujeres estadounidenses, seguidas entre 1984 y 2016. Se evaluaron varios indicadores: función física, cognitiva, salud mental y condiciones crónicas (diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, etc.). Este amplio seguimiento longitudinal permite observar trayectorias de envejecimiento hasta la edad de 70 años o más.
¿Cuánto café al día?
La ingesta ideal, según los resultados, oscila entre una y tres tazas diarias de café con cafeína. En concreto, las participantes con 50 años que consumían esa cantidad mostraron una mayor probabilidad de llegar a los 70 libres de enfermedades crónicas, manteniendo buena salud física, mental y cognitiva.
El promedio de cafeína consumida por el grupo «envejecedoras saludables» fue de aproximadamente 315 mg diarios, equivalente a tres tazas pequeñas o una taza y media grande.
Beneficios observados
Cada taza adicional de café se asoció con un incremento del 2–5 % en la probabilidad de un envejecimiento saludable. Se destaca que estos efectos no se replicaron con café descafeinado, té o refrescos con cafeína, lo que sugiere que otros compuestos naturales del café —como antioxidantes— podrían contribuir al efecto protector.
Comparación con otras bebidas con cafeína
El estudio subraya que las bebidas azucaradas con cafeína, como los refrescos, se asociaron incluso a una reducción del 20–26 % en las probabilidades de envejecer saludablemente. Tampoco se encontraron efectos similares con el té o el café descafeinado.
Evidencia adicional y límites del estudio
Aunque los hallazgos son alentadores, la naturaleza observacional impide establecer relación causal. Según la autora: “si bien ajustamos por múltiples factores —dieta, ejercicio, tabaquismo— podrían existir variables no controladas” .
Además, la población estudiada estaba compuesta mayoritariamente por enfermeras blancas y con nivel educativo superior, lo que sugiere la necesidad de estudios en muestras más diversas .
Mecanismos potenciales detrás del efecto
El café contiene más de 2 000 compuestos bioactivos, incluyendo antioxidantes y agentes antiinflamatorios. Estudios previos han vinculado estos componentes con la mejora de la función muscular y cognitiva, mayor sensibilidad a la insulina y protección cardiovascular.
Recomendaciones y límites de consumo
Autoridades como la EFSA y Harvard señalan que un consumo de hasta 400 mg de cafeína diarios —lo que equivale a cuatro o cinco tazas de 200 ml— se considera generalmente seguro para adultos sanos.
Más allá de este umbral, pueden aparecer efectos adversos como ansiedad, insomnio o taquicardias .
Equilibrio en hábitos saludables
Mahdavi enfatiza que estos beneficios se observan dentro de estilos de vida saludables: alimentación balanceada, ejercicio regular y hábitos sin tabaco. El café no debe considerarse la fuente principal de bienestar, sino un complemento de una vida saludable.
La investigación añade evidencia sobre los beneficios del consumo moderado de café con cafeína durante la mediana edad en mujeres, asociándose a un envejecimiento con mejor salud física, mental y libre de enfermedades crónicas. Sin embargo, al tratarse de un estudio observacional con limitaciones demográficas, hacen falta nuevas investigaciones más amplias y heterogéneas para confirmar estos resultados. Mientras tanto, el café, dentro de una dieta equilibrada, puede ser una opción saludable y placentera.