Conoce los síntomas de hígado graso en niños

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Conoce los síntomas de hígado graso en niños
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El hígado graso es una enfermedad hepática con importantes consecuencias en nuestra salud, la cual relacionamos con la edad adulta, sin embargo no es exclusiva. Conoce los síntomas de hígado graso en niños, también ellos lo pueden presentar.

Cuando hablamos de problemas del hígado, es común pensar en alcohol y cirrosis, pero el consumo excesivo de bebidas alcohólicas no es lo único que puede dañar este órgano. Una de las enfermedades cada vez más comunes, es el hígado graso no alcohólico.

¿Los niños pueden tener hígado graso?

Sí. Tanto la NAFLD como NASH en niños, están relacionadas a ciertos problemas médicos, incluida la obesidad, siendo más común en niños mayores. Se trata de una enfermedad que va en aumento, lo cual especialistas asocian al crecimiento de los casos de obesidad infantil.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDKK), explica que la mayoría de los niños tiene hígado graso simple, por lo que es menos común que desarrollen complicaciones hepáticas, aunque sí pueden presentar problemas como diabetes. Sin embargo, los pequeños no están exentos de tener NASH y sus complicaciones como cirrosis y cáncer de hígado.

De hecho, tener enfermedad del hígado graso no alcohólico en la niñez, aumenta el riesgo de tener NASH y sus complicaciones en la edad adulta, como insuficiencia hepática y cáncer.

Conoce los síntomas de hígado graso en niños

¿Cuáles son los síntomas de hígado graso en niños?

  • Cansancio constante
  • Agotarse fácilmente
  • Molestias en la zona del hígado
  • Manchas negras en el cuello
  • Agrandamiento del hígado (raro)

Estos síntomas pueden presentarse o no, pues en general la enfermedad de hígado graso no alcohólico se considera silenciosa. Asimismo, muchas veces los síntomas aparecen cuando el daño hepático es permanente.

A nivel general, tanto la fatiga como el dolor en el hígado se relacionan con la NAFLD, mientras que la hinchazón abdominal provocada por una ascitis, palmas rojas e ictericia, se asocian con el NASH y la cirrosis.

Por eso es importante realizar chequeos continuos a los pequeños, en especial si sufren una de las condiciones señaladas como factor de riesgo o si existe un historial familiar de este padecimiento.

¿Cuáles son las causas del hígado graso en niños?

Algunos especialistas apuntan a la mala alimentación, el sobrepeso y la obesidad como causas del hígado graso en niños. Sin embargo, existen diferentes factores que podrían contribuir, incluidos los genes y algunos medicamentos.

El NIDDK, señala que algunas investigaciones sugieren como ciertos genes pueden hacer que algunos niños tengan más probabilidad de desarrollar NAFLD, aunque se necesita un mayor análisis.

Lo que sí se sabe, es que los pequeños con ciertos problemas de salud son más propensos a tener NAFLD o NASH, entre estos, se encuentran:

  • Sobrepeso u obesidad
  • Resistencia a la insulina o diabetes tipo 2
  • Hipertensión arterial
  • Concentraciones anormales de grasa en sangre
  • Síndrome metabólico
  • Trastornos hereditarios que provocan una acumulación o uso inadecuado de la grasa
  • Pérdida rápida de peso
  • Hepatitis C y otras infecciones
  • Uso de algunos medicamentos
  • Exposición a ciertas toxinas

Conoce los síntomas de hígado graso en niños

¿Cuál es el tratamiento para el hígado graso en niños?

El principal enfoque para tratar estas enfermedades, es la reducción de peso, pues así se reduce la grasa en el hígado y sus consecuencias. En el caso de las complicaciones, se abordan por separado.

Los especialistas subrayan la importancia de que se consulte al médico antes de intentar darle a los pequeños algún remedio casero o tratamiento alternativo para el hígado, incluidas las mezclas de vitaminas, pues podrían causar un daño mayor.

En ese sentido, siempre lo mejor es apegarse a las recomendaciones y ayudar al pequeño a bajar de peso y mantenerlo conforme crece. Para lograrlo no hay nada como el ejemplo y mejorar los hábitos alimenticios y de actividad física en familia.

De hecho, esta es una práctica que se debe implementar incluso si nuestro hijo no ha sido diagnosticado con hígado graso, pues ayudará a prevenirlo.

Sin duda, a nadie le gusta pensar que su hijo puede tener una enfermedad, como el hígado graso, sin embargo, es muy importante no ignorar cualquier señal o factor de riesgo, pues es una forma de evitar complicaciones.

Recuerda que si bien hay enfermedades que no se pueden prevenir, muchas otras sí, y una de las principales maneras de lograrlo, es llevar una vida saludable que incluya una alimentación balanceada, actividad física, buena hidratación, hábitos de descanso y esparcimiento. Toda la familia se verá beneficiada.

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