Las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se han vuelto recurrentes en la capital del país. Esta vez, además de las tradicionales marchas, la CNTE mantiene un plantón permanente frente a Palacio Nacional, acompañado de bloqueos en calles clave del Centro Histórico desde mediados de mayo.
Aunque el reclamo de los docentes —centrado en mejores condiciones salariales, reactivación de plazas y abrogación total de la reforma educativa— es legítimo desde la óptica sindical, sus efectos colaterales han encendido las alertas entre comerciantes establecidos de la zona.
Impacto económico: pérdidas por más de 500 millones de pesos
De acuerdo con un reciente informe de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX), las movilizaciones de la CNTE han generado una caída promedio del 80% en las ventas de negocios ubicados en el primer cuadro del Centro Histórico. La afectación se concentra principalmente en las zonas de Corregidora, Moneda, Pino Suárez y 20 de Noviembre.
José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de Canaco CDMX, estimó que las pérdidas acumuladas en las últimas tres semanas superan los 500 millones de pesos, una cifra que —según los empresarios— pone en riesgo la operación y supervivencia de cientos de negocios formales.
“Entendemos la protesta como un derecho, pero no se puede permitir que un grupo afecte el sustento de miles de familias. El Centro Histórico no puede convertirse en rehén”, declaró Rodríguez.
Afectaciones directas al turismo y al empleo
Además de la caída en ventas, el plantón y los bloqueos han provocado una disminución del flujo turístico en una de las zonas más visitadas de la capital. Hoteles, restaurantes, cafeterías, librerías, zapaterías y comercios de electrónicos han reportado una fuerte reducción en la afluencia de clientes.
En algunos establecimientos, los empleados han sido enviados a casa por incapacidad para operar con normalidad. Se estima que más de 3,000 empleos temporales y permanentes están en riesgo, de continuar esta situación.
Petición urgente al gobierno de la CDMX
Ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades, Canaco CDMX ha solicitado una intervención directa del Gobierno de la Ciudad de México y del Gobierno Federal. Exigen el retiro del plantón o el traslado de la protesta a otra zona donde no se afecte la actividad comercial.
Rodríguez Cárdenas enfatizó que, si bien reconocen el derecho a manifestarse, la protesta debe convivir con el respeto a la actividad económica formal. “Es hora de aplicar soluciones equilibradas que no criminalicen la protesta, pero tampoco destruyan la economía de la capital”, expresó.
La respuesta de la CNTE: «no nos moveremos»
En contraste, líderes de la CNTE han reiterado que no levantarán el plantón hasta que sean atendidas sus demandas directamente por la presidenta Claudia Sheinbaum. Consideran insuficientes los acuerdos alcanzados con la Secretaría de Educación Pública y acusan al gobierno federal de “simular diálogo sin resolver de fondo”.
La CNTE también ha expresado que las afectaciones económicas no son culpa de los docentes, sino de la falta de atención gubernamental. Según ellos, “si el gobierno diera respuesta, no tendríamos por qué estar aquí”.
Dilema de gobernabilidad: protesta vs. derecho al trabajo
El caso plantea un dilema clásico en la vida democrática: el derecho a la protesta frente al derecho al libre tránsito y al trabajo. Mientras activistas respaldan la permanencia del plantón como medida de presión legítima, comerciantes piden que no se sacrifique la economía formal en aras de demandas gremiales.
La jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, ha evitado por ahora el uso de la fuerza para desalojar el plantón, y ha reiterado su compromiso con el “diálogo como única vía”.
¿Qué se puede hacer?
Expertos en derecho constitucional y gestión de conflictos sociales proponen varias salidas:
- Negociación con plazos: establecer mesas de diálogo con una fecha límite clara para desactivar el plantón.
- Zonas de protesta definidas: como sucede en capitales como París o Madrid, definir espacios fijos para manifestaciones masivas sin bloquear arterias económicas.
- Reparación de daños: evaluar mecanismos de compensación económica para negocios afectados por movilizaciones prolongadas.
Mientras los docentes insisten en que no abandonarán la calle hasta ser escuchados, los comerciantes del Centro Histórico viven una emergencia económica que amenaza su viabilidad. En medio, el gobierno enfrenta la presión de resolver un conflicto que lleva años sin solución definitiva. Lo que está en juego no es solo el futuro de la reforma educativa, sino también la capacidad de una ciudad para garantizar derechos sin anular otros.
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