Durante los últimos días, la ciudad de Los Ángeles se ha convertido en el epicentro de intensas manifestaciones contra las redadas migratorias ordenadas por el gobierno de Donald Trump. Las redadas, que comenzaron el viernes 6 de junio, han generado un clima de tensión y miedo entre comunidades latinas, especialmente mexicanas.
Las imágenes de detenciones masivas, familias separadas y operativos militarizados generaron una reacción inmediata no solo de activistas y organizaciones civiles, sino también de autoridades mexicanas.
En medio de este contexto, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional y figura clave del gabinete trumpista, acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de “alentar protestas violentas” en territorio estadounidense. Lo hizo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el martes 10 de junio, en la que declaró:
“La presidenta de México está incitando a más protestas en Los Ángeles. Su mensaje no es de paz, sino de presión política.”
La postura de Sheinbaum: firme pero pacífica
Las declaraciones de Noem no tardaron en generar respuesta. Claudia Sheinbaum calificó las acusaciones como “falsas y peligrosas”, y subrayó que en ningún momento ha llamado a la violencia. La mandataria compartió fragmentos de su conferencia matutina del 9 de junio, donde dijo explícitamente:
“Respetamos el derecho a la protesta pacífica de nuestros connacionales. Pedimos que se respete el debido proceso y que no se criminalice la migración.”
Además, Sheinbaum reiteró que su gobierno defenderá los derechos humanos de los mexicanos en el extranjero. Señaló que elevará el tema migratorio como prioridad en la cumbre del G7, que se celebrará del 15 al 17 de junio, donde México fue invitado como país observador.
¿Quién es Kristi Noem y por qué importa?
Kristi Noem, exgobernadora de Dakota del Sur y actual secretaria de Seguridad Nacional, es considerada una de las aliadas más leales de Trump. Conocida por su retórica dura en materia de seguridad fronteriza, ha defendido las medidas de deportación acelerada y el uso de la Guardia Nacional para “restaurar el orden”.
Su ataque a Sheinbaum responde tanto a una lógica de política interna como externa. En un año electoral, Donald Trump busca consolidar su base apelando a temas como la migración y el control fronterizo. En ese marco, presentar a Sheinbaum como una figura extranjera que interfiere en asuntos domésticos le permite reforzar su narrativa nacionalista.
Tensión diplomática en aumento
Aunque la Cancillería mexicana no ha emitido una protesta formal, el incidente ha generado incomodidad en el cuerpo diplomático. Fuentes cercanas al gobierno mexicano señalaron que las declaraciones de Noem son vistas como un “intento de desviar la atención del uso excesivo de la fuerza contra migrantes”.
Al mismo tiempo, organismos de derechos humanos en EE. UU. han alertado sobre el uso desproporcionado de militares y agentes federales en zonas urbanas con alta concentración de población latina. Algunos incidentes recientes incluyen detenciones sin órdenes judiciales, uso de gas lacrimógeno y vigilancia digital a activistas.
La narrativa electoral y su impacto bilateral
Noem y otros miembros del gabinete de Trump han intensificado su retórica contra Sheinbaum desde que asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024. La líder mexicana, primera mujer en ocupar el cargo, ha impulsado una agenda progresista que incluye la defensa de migrantes, la transición energética y la cooperación multilateral.
En contraste, la administración Trump apuesta por una visión unilateralista, centrada en el control fronterizo y la militarización de la migración. La confrontación entre ambas visiones no solo refleja diferencias ideológicas, sino también un choque de narrativas en medio de campañas electorales que buscan movilizar a sus respectivas bases.
El papel de los medios y la opinión pública
Mientras medios conservadores en EE. UU. han amplificado las declaraciones de Noem, presentando a Sheinbaum como una “agitadora externa”, en México la opinión pública ha cerrado filas en torno a la presidenta. El hashtag #SheinbaumNoEstáSola se volvió tendencia nacional, con miles de mensajes de apoyo a su defensa de los migrantes.
Analistas políticos advierten que este tipo de confrontaciones podría tener consecuencias duraderas en la relación bilateral, especialmente si se utilizan como munición electoral tanto en EE. UU. como en México. La clave estará en cómo se manejen los próximos días desde la diplomacia formal.
Lo que sigue: G7 y migración en la agenda global
Sheinbaum viajará esta semana a la cumbre del G7, donde tiene previsto reunirse con líderes de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EE. UU. Aunque la agenda oficial prioriza temas como el cambio climático y el comercio global, México buscará posicionar la migración como un tema central.
El gobierno mexicano propondrá un acuerdo multilateral para proteger a los trabajadores migrantes, evitar redadas masivas y establecer rutas legales de trabajo temporal. Se espera que Sheinbaum aproveche el foro para denunciar las políticas de deportación masiva y buscar aliados en su propuesta de enfoque humanista hacia la migración.
La acusación de Kristi Noem contra Claudia Sheinbaum marca un punto de inflexión en la relación entre México y Estados Unidos. Lo que parecía un conflicto retórico podría escalar a una disputa diplomática si no se maneja con cuidado. En un año crucial para ambos países, donde las elecciones definirán el rumbo político de la región, el caso Sheinbaum-Noem es más que un cruce de palabras: es el reflejo de dos proyectos de nación en pugna.
