Los ginecólogos alertan que cada vez se dan más casos de infección por clamidia entre las mujeres jóvenes, y es algo que si no se trata puede llegar a afectar a la fertilidad.
La clamidia es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuente que existe. Las ITS se han disparado en los últimos años entre las mujeres y casi un 65% de los casos son de clamidia, seguida muy de lejos de la gonorrea (15,6%).
En los últimos años, ha mejorado mucho la detección de las ITS y también han aumentado las prácticas sexuales de riesgo (mayor número de parejas sexuales, sexo sin preservativo…), razones que sin duda han contribuido al ascenso imparable de la clamidia.
Esta ITS se contagia fácilmente y es fácil de curar con el tratamiento adecuado, pero el problema es que en ocasiones pasa desapercibida y puede llegar a tener consecuencias para la salud.
MUJERES JÓVENES, LAS MÁS AFECTADAS
La infección puede darse en cualquier etapa de la vida, pero ahora mismo el grupo de riesgo más grande son:
- Las mujeres menores de 25 años que no tienen pareja estable o tienen más de una pareja sexual y que no usan siempre preservativo en las relaciones.
RIESGOS PARA LA SALUD DE LA CLAMIDIA
La clamidia es una bacteria que, si no se trata, puede provocar una enfermedad inflamatoria pélvica en la mujer que da lugar a una infección de las tropas de falopio o del útero. Esto puede ocurrir en diversos grados: desde una infección leve que se trata de forma ambulatoria hasta abscesos en las trompas.
En este último caso, la clamidia puede:
- Afectar a la fertilidad de la mujer.
- Favorecer en un futuro un embarazo ectópico (fuera del útero). Si las trompas están obstruidas el embrión no puede pasar al útero y crece en las trompas.
En el caso del hombres también puede tener consecuencias para la salud porque si la infección es grave puede afectar a los testículos y a la próstata y ocasionar problemas de esterilidad.
CÓMO SE DIAGNOSTICA LA CLAMIDIA
El problema de esta bacteria es que muchas veces no da síntomas, por eso la recomendación para detectarla a tiempo es no saltarse los controles ginecológicos y realizar las pruebas pertinentes, sobre todo si se pertenece a grupos de riesgo. Para detectarla, tu ginecólogo debe realizar:
- Un cultivo de flujo vaginal específico para ver si hay infecciones de transmisión sexual. Ten en cuenta que la clamidia puede ir asociada a otras infecciones por hongos, gonorrea…
- Además del cultivo del flujo vaginal debe hacerse una prueba de orina.
En los hombres se hace un frotis de pene para obtener una muestra de secreción y una prueba de orina. Lo puede hacer un ginecólogo o un urólogo.
SÍNTOMAS QUE PRODUCE LA CLAMIDIA
Es cierto que suele pasar desapercibida, pero en ocasiones sí hay unos síntomas claros. Por eso, aparte de no saltarse las revisiones ginecológicas, es importante saber cómo se manifiesta y acudir enseguida al médico ante la mínima sospecha:
- En mujeres puede provocar flujo vaginal anómalo (más espeso, con mal olor…), sensación de ardor al orinar y molestias en la parte baja del abdomen y durante las relaciones.
- También origina pérdidas de sangre entre reglas o después de las relaciones, por lo que hay que estar muy atenta a este síntoma.
- En los hombres los síntomas son secreción del pene, quemazón al orinar y dolor e inflamación de testículos.
CÓMO PREVENIR EL CONTAGIO
Ten en cuenta que la transmisión se puede producir por tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con la persona infectada. Además, no hace falta que haya eyaculación masculina para que se produzca el contagio.
Se aconseja el uso del preservativo para prevenir el contagio, aunque alerta que no protege al 100% y usar también protección en el sexo oral con preservativos específicos para tener relaciones orales.
TRATAMIENTO DE LA CLAMIDIA
Si el ginecólogo diagnostica clamidia a una mujer, el tratamiento debe hacerlo también la pareja. Se receta antibiótico y se aconseja que durante una semana no se mantengan relacione sexuales.
Es un tratamiento muy sencillo que resulta muy eficaz porque ataja enseguida la infección y, sobre todo, evita posibles problemas de fertilidad posteriores. Así que ante la mínima sospecha es muy importante que se acuda al médico para evitar males mayores.