Sentimos lo que comemos tanto como somos lo que comemos. Nuestros cerebros son la potencia energética de nuestros cuerpos, por lo tanto, coma bien para pensar y sentirse bien.
El cerebro: nuestra potencia energética
A nivel celular, las mitocondrias se conocen con mayor frecuencia como las centrales energéticas de nuestros cuerpos porque albergan el sitio de la respiración celular. Las mitocondrias son las fábricas de energía celular que producen energía en forma de trifosfato de adenosina (ATP) y sirven como catalizadores de una cascada de funciones celulares. Se estima que la cantidad de energía que va al cerebro utiliza alrededor del 20 por ciento de la energía del cuerpo . Es por eso que nuestro cerebro es la potencia energética de nuestros cuerpos. Utiliza una gran cantidad de combustible y nunca se apaga, incluso cuando estamos durmiendo.
El ATP de las mitocondrias podría ser un combustible premium, pero otros químicos y compuestos también influyen en la salud y función de nuestro cerebro. Los neurotransmisores y las hormonas tienen un propósito vital al conectar nuestros cerebros con el resto de nuestros cuerpos para controlar las funciones físicas y psicológicas. Sin su compleja interactividad, nuestros cuerpos no funcionarían y nuestra salud mental sufriría.
Cómo los alimentos alimentan el humor
Una revisión publicada en 2018 revisión publicada en 2018 informó que, sin duda, los alimentos son fuentes naturales de sustancias que afectan nuestro sistema nervioso, especialmente los neurotransmisores acetilcolina, GABA, dopamina, serotonina e histamina. Lo que comemos también influye en nuestras hormonas, que a su vez interactúan con nuestros sistemas nerviosos. Aquí hay algunos ejemplos diferentes de cómo los alimentos interactúan con la química de nuestro cuerpo para influir en nuestros estados de ánimo:
Alimentos azucarados e insulina
La hormona insulina afecta nuestro sistema nervioso, regula la homeostasis energética y desempeña un papel en nuestra memoria y estado de ánimo porque el cerebro es un órgano sensible a la insulina. Los niveles de insulina aumentan o disminuyen en reacción a los niveles de glucosa en la sangre. Cuando comemos alimentos con azúcares fácilmente absorbidos o comemos alimentos azucarados muy dulces, la insulina aumenta. Cuando nuestros niveles de azúcar en la sangre disminuyen, otra hormona, el glucagón, le indica al hígado que libere azúcar en nuestro torrente sanguíneo nuevamente. Esta interacción equilibrada ayuda constantemente a suministrar combustible al cerebro. Comer demasiada azúcar puede bombardear el cuerpo con un nivel de energía, haciendo que se sienta ansioso o nervioso, y luego un choque repentino cuando el cuerpo intenta alcanzar la homeostasis. De manera similar, sin suficiente azúcar en la sangre, le roban combustible a su cerebro, y puede sentirse triste, perezoso, irritable o con niebla.
Niveles de probióticos, triptófano y serotonina
La serotonina es el neurotransmisor conocido como el químico feliz, y se sabe que desempeña un papel en el tratamiento de la depresión. Los niveles normales de serotonina te hacen sentir feliz, tranquilo, concentrado y emocionalmente más estable. La serotonina se puede encontrar en todo el sistema nervioso y en la sangre, pero se produce y se encuentra principalmente en el intestino. El aminoácido esencial triptófano se usa para producir serotonina, lo que significa que debemos ingerir alimentos con triptófano para mantener los niveles saludables de serotonina. También debemos mantener a nuestros intestinos felices y saludables, por lo que el consumo de probióticos podrían ayudar a la estabilidad del estado de ánimo.
Estimulantes
Se piensa que los psicoestimulantes funcionan al interactuar con los niveles de dopamina en el cerebro. La dopamina es el neurotransmisor de placer que provoca sentimientos de euforia y también desempeña un papel en nuestra motivación y autorregulación. Al igual que la serotonina, la dopamina se basa en el ácido esencial tirosina para la producción, por lo que comer alimentos ricos en proteínas ayudará a mantener los niveles de dopamina. El café, un estimulante común, también interactúa con la dopamina, además de la adrenalina, por lo que el café puede promover un estado de ánimo agradable y alerta.
Las grasas y la salud del cerebro
Si bien la cantidad de grasa que usted come no parece tener un impacto en nuestros estados de ánimo, el tipo de grasa que comemos afecta nuestra salud cerebral. El consumo de grasas trans insaturadas puede aumentar la probabilidad de depresión, pero el consumo de ácidos grasos omega-3 (grasas insaturadas poli) podría ayudar a tratar la depresión en algunas personas.
Evitando la inflamación
Comer grasas saludables también ayuda a evitar la inflamación del cerebro, que desempeña un papel en la ansiedad y los trastornos relacionados con el estado de ánimo. La investigación sugiere que el consumo de alimentos antiinflamatorios es una adición bienvenida al tratamiento de estos trastornos, y los médicos promueven una dieta antiinflamatoria de alimentos integrales porque mejora el estado de ánimo además de sus beneficios para la salud física.
Comer alimentos enteros a base de plantas puede ayudar a proporcionar beneficios para la salud física y también a mejorar su estado de ánimo. Combinado con hábitos alimenticios saludables, como comer comidas regulares y balanceadas y mantenerse hidratado, esta dieta también brinda un impacto positivo en su salud mental.