El café es universalmente conocido por sus efectos estimulantes, sin embargo, no es la única bebida y alimento que contiene cafeína, la molécula responsable de sus efectos energizantes. Del grupo de las metilxantinas, la cafeína está presente en bebidas como café, té, refrescos de cola, bebidas energizantes, guaraná y alimentos derivados del cacao.
La cafeína tiene un efecto estimulante, aunque depende de la cantidad consumida. Es importante aclarar que no se acumula en el cuerpo y permanece varias horas antes de ser eliminada y cesar sus efectos. La causa de que nos quita el sueño radica en que afecta a nuestro reloj biológico interno, denominado circadiano, que regula las fases de sueño-vigilia y nos dice cuándo debemos dormir y cuándo despertarnos.
Cada vez hay más estudios que investigan el consumo de cafeína y su influencia en el sueño, todos ellos muestran que el consumo de café tiene un impacto en la calidad del sueño; lo que puede llevarnos a sentirnos cansado por la mañana y aumentar el consumo de cafeína para contrarrestar las consecuencias de un sueño insuficiente.
Un equipo de la Universidad de Colorado-Boulder, de Estados Unidos, y del Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council de Cambridge, de Inglaterra, muestra que la cafeína retrasa dicho reloj biológico en 40 minutos: es decir, la cafeína que contiene un espresso doble consumida 3 horas antes de irnos a dormir retrasaría nuestros biorritmos en 40 minutos, lo que dificultaría nuestra capacidad para conciliar el sueño.
La respuesta fisiológica a la cafeína depende de muchos factores, incluso genéticos, que determinan la sensibilidad a sus efectos. Su consumo puede generar dependencia, en especial si se requiere diariamente y en dosis elevadas.
En este caso, la privación de cafeína puede provocar síndrome de abstinencia generando irritación. Con el tiempo, el organismo genera tolerancia a la cafeína, ya que, cada vez se necesita una dosis mayor para conseguir el mismo efecto.
CAFÉ DESCAFEINADO, ¿ES LA MEJOR OPCIÓN?
El café descafeinado se obtiene de la extracción de cafeína en los granos verdes, durante este proceso es común que pueda perder aroma, parte de los polifenoles y vitaminas propias del café. Aún así, puede ser una buena opción para evitar el efecto estimulante de la cafeína. Existe evidencia de que el café descafeinado tiene beneficios similares a los del café normal.
En un estudio investigaron el efecto de 100 mg de café normal y descafeinado en 688 estudiantes entre 20 y 24 años. Los resultados indicaron que la ingesta de café descafeinado también disminuía la somnolencia y provocaba activación a los 10 minutos de su consumo, pero este efecto desaparecía a los 20-30 minutos.
En cambio, en el caso de la ingesta de cafeína, los efectos empezaban a los 10 minutos de su consumo y aumentaba progresivamente hasta llegar al pico máximo a los 30 minutos. El efecto ligeramente estimulante del café descafeinado se debe a que no está exento de cafeína, pues, puede llegar a contener de 3 a 15 mg, lo que para personas altamente sensibles a la cafeína puede ser un problema de excitación molesta o taquicardias.