Los padres piensan en la bicicleta como un juguete, pero la bicicleta es en realidad una gran herramienta para el sistema de ejercicio; aunque la bicicleta tiene la capacidad de fortalecer los grupos musculares y las estructuras nerviosas. En promedio, un niño aprende andar en bicicleta entre los 5 y los 8 años, pero existen bicicletas que se pueden ajustar a su altura con el fin de que aprendan incluso a los dos o tres años de edad.
Pero, ¿De qué sirve que mi hijo monte una bicicleta a una edad temprana?
La Doctora Sandra Ferrá Martínez, certificada por el Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología A.C. comenta: “A través del uso de una bicicleta los niños se descubren a sí mismo en movimiento y también reconocen su entorno, les favorece el desarrollo psicomotor, además de estimular la maduración de estructuras nerviosas y musculares”
Con esto, aparte de comenzar con una actividad física que fortalece distintos músculos del cuerpo, logramos que nuestros hijos desarrollen destrezas; como el equilibrio, trabajar su cerebro en el desarrollo de distintas actividades simultáneamente.
“Entre el año y medio o antes de los dos años de edad los niños pueden ir en una bicicleta entrenadora. La ventaja de usarla antes de pasar a una de pedales o de tres rueditas es que tendrán que impulsarse para hacer equilibrio y movimiento; lo que pondrá a trabajar ciertos grupos musculares y su coordinación”. Expresa la Doctora Ferra.
Recomendemos que aparte de una bicicleta que se ajuste a su tamaño comencemos a fomentar la importancia de la seguridad con kit que proteja perfectamente a nuestros niños de una caída durante su aprendizaje y el desarrollo de esta actividad.
