
La autoexploración se refiere a la técnica de detección basada en la revisión de las mamas por la misma mujer. Esta técnica, aumenta la posibilidad de detectar a tiempo algún signo de enfermedad en las mamas, se debe realizar una vez al mes, se recomienda que sea a partir de los 20 años de edad.
Es deber del personal médico o de enfermería de la unidad de salud, enseñarle como autoexplorarse y proporcionarle información sobre los síntomas y signos del cáncer de mama, al palparse cada mes, aprenderá a conocer su consistencia, su forma, su textura y desarrollará mayor sensibilidad en sus manos, lo que le permitirá identificar cualquier cambio. Si se encuentra alguna anormalidad o nota algo diferente, debe acudir de inmediato a su unidad de salud.
La autoexploración de mama se debe realizar con una inspección visual (con o sin espejo) para observar si hay algún cambio en el contorno o textura del seno. También realizar la inspección manual de pie y recostada para identificar protuberancias o engrosamientos inusuales
CÓMO REALIZAR LA AUTOEXPLORACIÓN
Paso 1
Ponte de pie frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y mírate las mamas. Observa tus mamas: el tamaño, la forma y el color. Observa que sean normales, que todo esté como siempre, que las mamas estén bien formadas y que no presenten deformaciones ni inflamaciones visibles.
Si por el contrario percibes alguna alteración como la formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel de las mamas o ves que el pezón está hundido o invertido, pide cita con tu médico y que las explore él también. Asimismo, si sientes dolor, aparece sarpullido, enrojecimiento o inflamación, ponte en contacto con tu especialista, él te dirá a qué se deben esos cambios.
Paso 2
Levanta los brazos (o entrelázalos detrás de la cabeza) y busca las mismas alteraciones. Recuerda que estás buscando bultos y cambios en la mama.
Paso 3
Sigue frente al espejo. Fíjate si te sale líquido de uno o ambos pezones. El líquido puede ser transparente, lechoso o amarillento, o, en ocasiones, sangre. Puedes comprimir un poco los pezones para ver si sale alguna secreción. Si ésta se produjera, debes consultar a tu médico.
Paso 4
Llegó el momento de la palpación. Acuéstate y sitúa la mano derecha en la nuca y con los dedos de la izquierda examina el seno derecho. Comienza un movimiento en círculo desde afuera hacia dentro, desde la periferia de la mama hacia el pezón. Presiona suavemente, pero con la dureza suficiente para detectar cualquier bulto.
Repite estos movimientos circulares de periferia a pezón de tal manera que explores toda la circunferencia de la mama. Procede de la misma manera con la mama izquierda. Debes hacer lo mismo con las axilas, ya que el tejido mamario se extiende hasta esa zona y puede haber algún ganglio inflamado en ellos.
Paso 5
Por último, pálpate las mamas una última vez, pero esta vez sentada o estando de pie. Para una buena palpación de las mamas, invierte las manos, es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Presiona firme y pausadamente con las yemas de los dedos.
El movimiento debe ser circular. Controla la mama de arriba abajo y de lado a lado: desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen, y desde la axila hasta el escote.
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