En México, la tradición de pedir «calaverita» es una actividad que los niños esperan con ansias durante Halloween y el Día de Muertos. Sin embargo, este año, un suceso inesperado ha causado revuelo en Pachuca y Puebla, donde padres de familia encontraron objetos no comestibles y potencialmente peligrosos en los dulces que sus hijos recibieron. En redes sociales, los testimonios de estos padres han captado la atención de miles de usuarios, quienes debaten sobre la necesidad de revisar cuidadosamente cada dulce antes de que los niños los consuman.
Dulces de calaverita en Halloween y Día de Muertos: ¿Qué Encontraron los Padres?
@kittysuckr Por que hicieron eso?? #precaucion #halloween ♬ Suspense, horror, piano and music box – takaya
En Pachuca, una madre conocida en redes como @kittysuckr relató que, al revisar los dulces que su hijo había recolectado, notó algo inusual. Al probar uno de los caramelos, percibió un sabor extraño y, al inspeccionar el empaque, se dio cuenta de que contenía un producto similar a un limpiador de inodoros. Esta madre alertó a otros padres para que revisaran con cuidado cada envoltorio, señalando que varios dulces tenían presentaciones parecidas.
Por otra parte, en Puebla, la madre Shayla Delgado compartió su propia experiencia en Facebook, revelando que encontró espinas en un paquete de gomitas que su hijo recibió durante Halloween. Afortunadamente, su hijo no llegó a consumir el dulce, ya que ella siempre revisa lo que él recibe antes de permitirle comerlo. Estos incidentes han despertado la preocupación de padres de toda la región y han provocado múltiples advertencias en redes sociales.
La Reacción en Redes: ¿Calaverita o Peligro?
Los videos y publicaciones sobre estos hallazgos se han viralizado, generando una ola de comentarios. Algunos padres han expresado indignación, calificando estos hechos como actos irresponsables que podrían poner en riesgo la salud de los niños. Otros creen que se trata de un malentendido, sugiriendo que ciertos dulces ‘de a kilo’, que suelen ser económicos y vienen en envoltorios reciclados, pueden haber sido malinterpretados como peligrosos.
A pesar de la incertidumbre sobre la intención detrás de estos dulces, el consenso entre los padres es claro: es fundamental dedicar unos minutos a revisar cuidadosamente cada caramelo que los niños reciben. Estas precauciones no solo pueden evitar accidentes, sino también fortalecer la seguridad en una festividad que debería ser alegre y segura para todos.
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