Has oído hablar de ella y te has acostumbrado a su presencia entre los productos de belleza de perfumerías y supermercados, pero aún no has descubierto por qué tiene tanto éxito. Si aún no has probado las bondades del agua micelar y no la has integrado en tu rutina habitual de belleza facial, te invitamos a que sigas leyendo para descubrir su utilidad y sus beneficios.
Fue la compañía farmacéutica francesa Bioderma la que lanzó a principios de los años 90 su agua micelar, abriendo el mercado a un nuevo concepto de limpieza facial que, treinta años después, se ha convertido en un imprescindible de belleza.
¿Qué es el agua micelar y para qué sirve?
Es una solución acuosa a base de micelas, pequeñas partículas que actúan como un imán arrastrando la suciedad y los restos presentes en el cutis de manera muy efectiva. Son eficaces retirando restos de maquillaje, de cosméticos que nos hemos aplicado a lo largo del día (hidratante, sérum, protector solar, etc.), de sudor y sebo, así como suciedad presente en la piel por efecto de la polución y los humos.
Por tanto, el agua micelar se utiliza como limpiadora para el rostro, tanto si nos hemos maquillado como si no, sustituyendo a otros productos como geles jabonosos, leches limpiadoras o toallitas desmaquillantes.
El agua micelar contiene tensioactivos muy suaves y es capaz de eliminar en una sola pasada elementos hidrosolubles y liposolubles presentes en el cutis. Sin embargo, no es tan eficaz con el maquillaje pesados como otras soluciones limpiadoras, por lo que está más indicada para la limpieza de cutis no maquillados o con un maquillaje muy ligero.
¿Por qué se enjuaga el agua micelar?
El hecho de que se denomine agua puede llevarnos a pensar que es una contradicción, pero lo cierto es que, en términos generales, el agua micelar se debe enjuagar, puesto que es un cosmético que contiene sustancias surfactantes (como cualquier gel facial). Por eso, si dejamos esos restos sobre la piel, podrían resecarla.
Ahora bien, hoy en día las formulaciones han avanzado tanto que existen aguas micelares en forma de lociones y tónicos que no requieren aclarado porque contienen activos beneficiosos para el cutis. Asimismo, hay que tener en cuenta que las aguas micelares en cosmética suelen contener surfactantes suaves que resultan menos agresivos para el cutis, por lo que no es necesario aclararlas.
Beneficios del agua micelar
Entre las ventajas de esta solución limpiadora está su alta tolerancia, ya que es apta para todo tipo de pieles; tanto sensibles y atópicas, como grasas o mixtas y, por supuesto, normales. Y es que, además de las micelas, este cosmético se compone de agua blanda; con bajas concentraciones de sales minerales, que la convierten en la más adecuada para la limpieza del cutis. Por ello realiza una limpieza suave del rostro sin alterar su barrera lipídica protectora.
Además: es un cosmético que resulta muy cómodo porque se aplica en un paso sin necesidad de utilizar productos untuosos que pueden manchar el pelo o la ropa. De hecho, la sensación sobre la piel es bastante refrescante y agradable.
Por otra parte, usar ciertas aguas micelares nos permite limpiar y tonificar el rostro a la vez; prescindiendo de paso del tónico y simplificando la rutina facial más aún. La única premisa que deben cumplir es que tengan un PH fisiológicos.
Aparte de la acción de las micelas; las diferentes aguas micelares combinan en sus fórmulas ingredientes activos destinados a diferentes tipos de piel y distintas funciones. Estos aportarán poderes diferentes al agua micelar: calmantes, hidratantes, equilibrantes, astringentes, antiedad, antirojeces, etc.
¿Cómo se usa el agua micelar en la cara?
En general, para beneficiarte de sus propiedades debes empapar un disco de algodón y repasar todo el rostro con suavidad. Esto último es importante porque, si bien el agua micelar es un cosmético suave, podemos irritar el rostro si lo frotamos demasiado con el algodón).
Además, se puede usar de diferentes maneras:
- Como desmaquillante suave, tanto si usas poca cantidad de maquillaje como si tienes que corregir algo mientras te maquillas, con ayuda de un bastoncillo.
- Para desmaquillar los ojos, empapa un disco de algodón y colócalo unos diez segundos sobre los párpados para después arrastrar con suavidad.
- Para la limpieza matutina es ideal porque permite eliminar con suavidad los restos de sebo e impurezas acumulados durante la noche.
- Para la limpieza nocturna, es apropiado si no nos hemos maquillado o no llevamos un maquillaje muy intenso. También cabe la posibilidad de usar un desmaquillante bifásico y después recurrir al agua micelar para acabar de retirar el resto de impurezas.