En los últimos años hemos encontrado diversa información sobre la importancia de las abejas en el medio ambiente y para la vida. Pero, ¿Qué función tienen estas? Las abejas son insectos muy sociables que habitan en colonias y que dentro de ellas se dividen en tres tipos: la reina, los zánganos y las obreras.
Viven una vida media de 5 años y se conocen alrededor de 20,000 subespecies distintas en toda la tierra, exceptuando la Antártida. Estos insectos son polinizadores por excelencia pues al transportar polen de planta en planta contribuyen a mantener y reproducir muchas especies de flora de las cuales los humanos nos alimentamos.
Según La Organización de Agricultura y Alimentación de Naciones alrededor del 90% de los cultivos de alimento en todo el planeta; son polinizados gracias a las abejas. Esto es un porcentaje significativamente grande. Según Albert Einstein, “El hombre solo pudiera sobrevivir 4 años. Sin las abejas, no hay polinización, ni comida, ni animales, ni humanos”.
¿Qué las está matando?
Aquí llegamos a un pasillo que se divide en muchas puertas, pues algunos de los motivos son especies invasoras, parásitos, cambio climático; pero en lo que diversos medios de comunicación e información coinciden; es en el uso de químicos agrícolas e industriales para los plantíos. Estos producen una muerte lenta, el constante acercamiento a estos químicos produce, enfermedades, perdida de memoria y olfato, así como desorientación en su sistema de navegación lo que produce que nunca más puedan llegar al panal y se vuelvan presa de otro tipo de insectos.
Solución
Aunque ya existen diversas propuestas para ayudar a los polinizadores como El Plan de Acción 2018-2030 de la Iniciativa Internacional sobre Polinizadores
Esta es una alternativa que no precisamente es una solución al daño que reciben las abejas por distintas situaciones, pero podría verse como una ayuda, ya que su objetivo de estas no es polinizar en sí; así que la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, trabaja con algo llamado materiales piezoeléctricos.
“Estos materiales son realmente geniales. Una de sus propiedades es que se expanden si les aplicas un voltaje eléctrico, pero vuelven a la normalidad cuando se quita el voltaje eléctrico. Puedes usar esta función para crear un motor pequeño y eficiente que pueda imitar la forma en que las abejas vuelan” palabras de Ola Gjønnes Grendal, tecnólogo de materiales.
Otra propuesta similar es la de Eylam Ran, cofundador y CEO de la startup israelí Edete la cual tiene como objetivo, crear pequeños robots que ayuden a la polinización en los casos en los que las abejas no puedan hacer un trabajo óptimo, esta idea busca perfeccionar el trabajo de polinización y ser una herramienta más para la creación de alimentos
Estas tecnologías se están probando actualmente para su perfeccionamiento y se espera que para 2022 puedan ser utilizadas en huertos de California, en caso de tener éxito se buscaría su extensión alrededor del mundo
