Síntomas que alertan de una flora vaginal alterada

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Síntomas que alertan de una flora vaginal alterada
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Los cambios en el flujo, un fuerte picor, inflamación en la zona o ardor al orinar son síntomas que avisan de que la flora vaginal está alterada y de que puede haber una infección.

La vagina está poblada de hongos y bacterias cuya principal función es mantener a raya los patógenos.

Ese ecosistema de microorganismos es el vaginoma o flora vaginal y protege a la mujer de infecciones en la zona. Pero su equilibrio puede verse alterado por múltiples factores externos como los antibióticos, el uso de jabones agresivos o una dieta excesivamente rica en azúcares.

Los cambios en el olor, la consistencia o el color del flujo vaginal; así como los picores o las molestias al orinar son señales de que la flora está alterada y de que probablemente hay una infección.

FLORA VAGINAL EN EQUILIBRIO

Una flora vaginal sana está compuesta principalmente por bacterias del género Lactobacillus que generan ácido láctico y hacen que el pH de la vagina tenga una acidez entre 4,5 y 5.

Si no tienes una buena acidez, aumenta el riesgo de que proliferen a bacterias como la E. Coli, responsable de la mayoría de infecciones de orina. Y un pH demasiado ácido favorece la aparición de hongos como la Candida, responsable de la candidiasis (las cándidas acidifican el pH).

Una flora vaginal rica en Lactobacillus evita que estos y otros patógenos se adhieran a la mucosa vaginal y se multipliquen provocando una infección.

CAMBIOS EN EL FLUJO

Los cambios en el flujo vaginal son una de las principales señales de que la flora está alterada.

En condiciones normales, el flujo es transparente y no huele (durante la ovulación es algo más espeso). Pero ciertos cambios en la textura, color u olor pueden avisar de infecciones vaginales:

  • Flujo grisáceo o verde-amarillento. Puede ser una señal clara de vaginosis bacteriana que aparece por una proliferación de bacterias como la Gardnerella vaginalis o la Atopobium vaginae.
  • Flujo con textura cremosa, grumosa o arenosa. Si se presenta en forma de placas cremosas o blanquecinas como si fuera queso cottage podría tratarse de una infección por cándidas.
  • Flujo de olor intenso y desagradable. La vaginosis bacteriana provoca flujo con fuerte olor a pescado.

PICOR INTENSO

La infección por cándidas puede provocar picores intensos en la zona de la vulva y la vagina que pueden llegar a ser muy molestos.

Estos hongos forman parte de la flora saprófita de la vagina, pero cuando su población aumenta porque la flora se altera (disminuyen los Lactobacillus protectores) provocan los típicos síntomas de la candidiasis.

Los fuertes picores pueden hacer que te rasques y se produzca una sobreinfección en la zona.

Síntomas que alertan de una flora vaginal alterada

INFLAMACIÓN

El 75% de las mujeres sufren vulvovaginitis alguna vez en su vida debido a la proliferación de microorganismos patógenos que destruyen los Lactobacillus.

La vulvovaginitis es la inflamación de la mucosa vaginal y la vulva, acompañada de enrojecimiento en la zona, escozor y dolor.

La vulvovaginitis puede estar provocada por infecciones como la candidiasis o la vaginosis bacteriana.

ARDOR AL ORINAR

Es el síntomas más común de una cistitis o infección de orina. Más del 85% de las infecciones urinarias son causadas por la bacteria E. coli. Esta bacteria puede adherirse a la superficie de las células epiteliales que recubren el interior de la vejiga, donde se reproducen y provocan la infección.

La flora vaginal es una barrera frente a la entrada de patógenos en el cuerpo. Una flora alterada deja la zona desprotegida y favorece el paso de bacterias como la E. coli al tracto urinario.

La vaginosis bacteriana también puede provocar ardor al orinar.

CÓMO RECUPERAR EL EQUILIBRIO DE LA FLORA VAGINAL

La flora vaginal puede alterarse por la toma de antibióticos, el uso de jabones o tejidos que irritan la zona, la aplicación de corticoides…

Para recuperarla, el médico puede recomendar el uso de probióticos vaginales (preparaciones de Lactobacillus).

Si tienes tendencia a sufrir infecciones, también debes utilizar productos de higiene que respeten el pH vaginal y aun así no conviene abusar de ellos.

Utiliza compresas y salvaslips solo cuando sea necesario, evita que la zona genital esté húmeda (no te dejes el bañador mojado mucho tiempo) y reduce el consumo de azúcares (favorece la proliferación de cándidas).

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