
A partir del miércoles 1 de enero, el Gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ha adoptado una nueva imagen oficial dedicada a reconocer y visibilizar a las mujeres indígenas del país.
Este gesto, anunciado en repetidas ocasiones por la mandataria, tiene como propósito honrar la memoria histórica de las ancestras y destacar el papel fundamental de las mujeres en la construcción de nuestra identidad nacional.
Bajo el lema “Damos voz a las mujeres de antes y a las de ahora”, el 2025 ha sido declarado oficialmente como El Año de la Mujer Indígena.
En este marco, el gobierno federal, a cargo de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ha presentado a través de sus canales de comunicación los rostros de mujeres históricas que protagonizarán la identidad visual del país durante este periodo.
Estas figuras representan a las culturas indígenas que forman parte esencial del patrimonio cultural mexicano.
Tz’ak-b’u Ajaw: El rostro de la región maya
Para la región maya, el gobierno ha elegido a Tz’ak-b’u Ajaw, conocida como La Señora de la Sucesión. Este título era utilizado en la antigua civilización maya para designar a mujeres de alta nobleza, aquellas que jugaban un papel estratégico en la continuidad dinástica y política de los reinos.
Las portadoras de este rango no solo eran consortes o madres de futuros gobernantes, sino también piezas clave en la formación de alianzas entre ciudades-estado, consolidando la estabilidad y el poder de los linajes mayas. Tz’ak-b’u Ajaw encarna este legado, representando el liderazgo y la relevancia histórica de las mujeres en la región.
La Señora 6 Mono: La fuerza de la región mixteca
En la conferencia matutina del viernes 24 de enero, la presidenta Sheinbaum dedicó un espacio especial a la región mixteca, destacando a la figura de la Señora 6 Mono, también conocida como Señora Mixteca de Huachino.
Esta importante figura histórica y mitológica simboliza el esplendor de una de las culturas más ricas y con mayor tradición en Mesoamérica.
Su historia, como líder y personaje clave dentro
de los códices mixtecos, resalta la fortaleza, sabiduría y visión estratégica de las mujeres en el desarrollo de su sociedad. La elección de su figura no solo honra a la cultura mixteca, sino que subraya la importancia de preservar y transmitir la memoria de aquellas que forjaron caminos trascendentales.
Un homenaje que trasciende el tiempo
En México, la práctica de asignar un nombre significativo a cada año tiene como objetivo resaltar el valor del patrimonio histórico y cultural, promoviendo la reflexión sobre nuestras raíces.
Este reconocimiento no solo busca recordar a figuras históricas, sino también fomentar un mayor conocimiento sobre su legado, inspirando a las nuevas generaciones a valorar su impacto en el presente.
El 2025, como Año de la Mujer Indígena, se convierte en una oportunidad para rendir tributo a las mujeres que han sido pilares en la construcción de nuestra nación.
Es un recordatorio de que el pasado y el presente se entrelazan, llevando consigo historias de lucha, resistencia y grandeza que continúan inspirándonos.
Este año será un puente hacia nuestras raíces, un homenaje a la diversidad cultural que nos define y un paso firme hacia el reconocimiento de las mujeres que han sido, son y serán protagonistas en la historia de México.
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