La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos presentó una demanda contra PepsiCo el viernes, acusando a la compañía de otorgar precios preferenciales a un importante minorista, que, según una fuente familiarizada con el asunto, se trataría de Walmart.
De acuerdo con la FTC, estas prácticas han contribuido a mantener elevados los precios para los consumidores, ya que colocan en desventaja a otros competidores, desde grandes cadenas de supermercados hasta pequeñas tiendas de conveniencia independientes.
En su declaración oficial, la FTC afirmó que este tipo de acciones socava la competencia en el mercado y afecta la capacidad de otros minoristas para competir en igualdad de condiciones.
PepsiCo, por su parte, negó categóricamente las acusaciones en un comunicado oficial. «Rechazamos rotundamente las afirmaciones de la FTC y lamentamos la manera parcializada en que se ha presentado esta demanda», expresó la empresa.
La querella, interpuesta en un tribunal en Nueva York, sostiene que PepsiCo infringió la Ley Robinson-Patman, una normativa diseñada para prevenir la discriminación de precios que, sin embargo, había permanecido prácticamente en desuso por parte del gobierno federal durante décadas.
Walmart, señalado como el beneficiario de los precios preferenciales, se negó a emitir comentarios sobre el caso.
Por otro lado, Lina Khan, presidenta saliente de la FTC, respaldó la acción legal y destacó la importancia de garantizar un entorno competitivo más justo.
«Esta acción de la FTC busca asegurar que todos los supermercados y demás negocios, independientemente de su tamaño, reciban un trato equitativo y puedan competir con base en su capacidad, eficiencia y talento», declaró Khan en un comunicado.
Sin embargo, la decisión no fue unánime dentro de la FTC. Los dos comisionados republicanos, incluido Andrew Ferguson, quien asumirá la presidencia de la comisión tras la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, votaron en contra de la presentación de esta demanda.