Si hay un ritual a seguir al pasar el día de Año Nuevo en los países hispánicos como México, es la famosa tradición de las 12 uvas. Imposible empezar el nuevo año sin haber devorado antes estas 12 uvas. Pero cuidado con no ahogarse al ingerir con la rapidez de las campanadas, cada una de las frutas.
Las 12 uvas, la tradición de la Nochevieja
En gran parte de los países la gente espera a la medianoche para abrazase y beber su copa de champán, o de cidra, pero en México se da la bienvenida al nuevo año comiendo 12 uvas. ¿Pero por qué 12, nos preguntamos? Porque representan los 12 meses del año. Según la tradición, con cada toque de campana hay que tragar una uva y pedir un deseo.
Originalmente, el ritmo de las campanas lo da el reloj de la Casa de Correos situada en la Puerta del Sol en Madrid, después cada país fue adaptando según sus propias tradiciones. El día de la Nochevieja, con el televisor o el internet encendido, se pueden escuchar las doce campanadas para llevar el ritmo de la última noche del año.
Se dice que comer las 12 uvas trae prosperidad y buena suerte en el nuevo año.
¡DONG! 🕔 Si la tradición exigiera formar el número 2023 con los pipos de las uvas 🍇 de esta noche, ¿cuánta gente podría tomar las uvas en casa sin tener un año de mala suerte? https://t.co/3o04H5Eqni pic.twitter.com/jTlUCPjNLU
— Las 12 uvas (@lasdoceuvas) December 31, 2022
El origen de la tradición del Fin de Año
La tradición de las doce uvas se inició a finales del siglo XIX. Inspiradas por la influencia francesa, las familias burguesas españolas comenzaron a celebrar el Año Nuevo con champán y uvas. Al mismo tiempo, el pueblo tenía la costumbre de salir la noche del 5 de enero.
Una noche donde casi todo estaba permitido. Luego, en 1882, para frenar cualquier tipo de exceso, el alcalde de Madrid fijó un impuesto de un duro, 5 pesetas, para quienes salían esa noche. Una medida que poco gustó a los madrileños. Para demostrar su descontento, algunos se concentraron el 31 de diciembre en la Puerta del Sol. Como sátira a la burguesía, trajeron champán y uvas.
En los años siguientes, estas reuniones en la Puerta del Sol se fueron haciendo habituales y poco a poco la tradición de la uva se fue afianzando. En 1897, algunos periódicos ya anunciaban la venta de las Uvas de la Suerte. El fenómeno se fue extendiendo poco a poco por territorio español y en 1903 la práctica había llegado incluso a las Islas Canarias.
La tradición de las 12 uvas se consolidó finalmente en 1909, tras la cosecha excedente de los productores de Murcia, Alicante y Almería. Con un gran impulso publicitario, las uvas se venden en toda España, como las Uvas de la Suerte de la San Silvestre.