El oro mantuvo un avance de tres días mientras los operadores se preparaban para los datos de inflación de E.U. que ayudarán a determinar si la Reserva Federal recortará o mantendrá las tasas la próxima semana en su última reunión del año.
El oro al contado cotizó brevemente por encima de los 2.700 dólares la onza, tras haber subido más del 2% en las tres sesiones anteriores. Los mercados están descontando actualmente una probabilidad de más del 70% de una reducción de un cuarto de punto en la reunión del 17 y 18 de diciembre. Los menores costes de endeudamiento suelen favorecer al oro, ya que no paga intereses.
El oro alcanzó un máximo histórico de más de 2.790 dólares en octubre, respaldado por el cambio de política monetaria de la Reserva Federal, la demanda de activos refugio y las compras de los bancos centrales. Los precios, que han subido más del 30% este año, disfrutaron de un impulso en las últimas sesiones después de que el Banco Popular de China reanudara las compras tras una pausa de seis meses.
Los factores técnicos también ayudaron al lingote, con volúmenes de negociación aumentando a medida que los futuros esta semana «convincentemente» salieron de una fase de consolidación, según el jefe de investigación de Pepperstone Group Ltd., Chris Weston.
El oro para entrega inmediata se mantuvo sin cambios y se ubicó en 2.698,67 dólares la onza a las 8:38 am en Singapur, tras una ganancia del 1,3% el martes. El índice Bloomberg Dollar Spot se mantuvo sin cambios. La plata subió hacia los 32 dólares la onza, mientras que el platino y el paladio se mantuvieron estables.
