Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos en 2024 son, principalmente, dos figuras de gran reconocimiento en el país: el ex presidente Donald Trump, quien representa al Partido Republicano, y la actual vicepresidenta Kamala Harris, como candidata del Partido Demócrata.
Cada uno de ellos representa enfoques contrastantes para el futuro del país, y su impacto no solo es relevante en términos de política interna, sino que sus políticas pueden influir notablemente en otros países, especialmente en México.
Kamala Harris: La Candidata Demócrata
Kamala Harris ha sido la vicepresidenta de Estados Unidos desde 2021, después de haber sido senadora de California y fiscal general del mismo estado.
Es conocida por su enfoque progresista en temas de justicia social, salud, y derechos de las minorías, lo cual la posiciona favorablemente entre ciertos sectores del electorado joven y urbano.
Harris, en su papel actual, ha trabajado en temas fronterizos y en cooperación con México para abordar asuntos migratorios. La base demócrata la respalda firmemente, especialmente después de que el presidente Joe Biden optara por no competir en esta contienda, brindándole su apoyo en el camino a la nominación del partido.
Donald Trump: El Candidato Republicano
Donald Trump busca regresar a la presidencia tras su derrota en 2020. Su retórica populista y su enfoque de «América Primero» han resonado con una parte significativa de la población estadounidense que valora sus posturas de nacionalismo económico y oposición a las políticas migratorias abiertas.
Trump propone políticas que apuntan a reducir la inmigración, incluyendo medidas estrictas en la frontera con México.
Además, sus políticas comerciales, como los aranceles impuestos a productos mexicanos, generaron un impacto directo en la economía mexicana, lo cual podría repetirse si resulta electo nuevamente.
Posibilidades de Victoria
Las encuestas reflejan una competencia cerrada.
Harris cuenta con el respaldo de quienes desean continuidad en políticas progresistas, especialmente en temas sociales y ambientales. Sin embargo, su mayor desafío será movilizar a la base demócrata para que participe activamente en la elección, especialmente considerando el desgaste que el actual gobierno demócrata ha sufrido en su gestión.
Por otro lado, Trump cuenta con el apoyo de una base republicana consolidada y entusiasta que ha demostrado un alto nivel de participación, especialmente en estados clave como Texas y Florida.
El resultado de esta elección tendrá repercusiones internacionales, y México, como vecino y principal socio comercial de Estados Unidos, podría ver cambios en la dinámica de cooperación y en temas críticos como el comercio y la migración, dependiendo de quién resulte vencedor.
