Las llamadas red flags son aquellas señales de que hay ciertos comportamiento que nos hacen daño y que hacen que el estar en pareja no sea bueno para nosotros.
Algunas de estas red flags son evidentes, como las infidelidades. Sin embargo, hay otras formas de actuar de las que no somos conscientes porque quizás las tenemos asumidas e interiorizadas.
El chantaje, la mentira, la “ley del hielo”, el hecho de celar, culpabilizar, intimidar y controlar a la pareja son actitudes consecuentes que inician con bromas hirientes; ahí se puede considerar que aparece la primera red flag.
Sin embargo, no tenemos porqué esperar a que haya una agresión física para una red flag; desde que aparecen las bromas hirientes, y se lastima la autoestima de la persona.
¿CÓMO DETECTAR LAS SEÑALES DE ALARMA?
Básicamente son aquellos comportamientos en los que una de las partes de la pareja intenta ganar cierto control o poder sobre el otro y sobre la propia relación. Se produce entonces un desequilibrio en las dinámicas, pero este puede ser muy distinto en función de cada persona y el vínculo que tienen entre ellas.
Normalmente, hay algo dentro de nosotros que nos indica que algo no va bien o que no es lo correcto, pero tendemos a ignorarlo porque no queremos perder al otro, o porque tenemos la esperanza de que la situación cambiará. Cuando haya ciertos comportamientos que nos producen inseguridades o que nos hacen sentir solos, desatendidos o que hay poca comunicación, seguramente estemos ante una red flag.
Hay que tener en cuenta es que por muy sana que sea una relación, nunca será perfecta. Por ello, es importante saber si la otra persona está dispuesta a mejorar de verdad, o si simplemente nos pone excusas y nunca vemos cambios en su comportamiento.
Lo primero que debemos hacer es comunicarle el problema al otro desde la empatía, el cariño y analizarlo juntos. Es necesario reconocer sus patrones de comportamiento y ver si realmente está haciendo un esfuerzo por cambiarlos. Podemos incluso proponer acudir a terapia de parejas. Al final, si esa relación nos está haciendo más daño que bien, será el momento de salir de ella.
Cuando se trata de red flags de una relación, es fundamental confiar en nuestro propio instinto y tomar decisiones que, por mucho que nos duelan a corto plazo, sean mejores para nuestro futuro y nuestra felicidad.
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