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Los pimientos son originarios de Sudamérica, principalmente en la zona de Bolivia y Perú. Fue traído a Europa de la mano de Cristóbal Colón en 1493, y de ahí se propagó por todo el Viejo Continente.
Se conoce que el pimiento se puede mezclar con mucha facilidad, motivo por el cual existen tantos tipos por todo el mundo. En el siglo XVI se cruzó y cultivó tanto por Asia y África, que se llegó a pensar que el pimentón provenía de Oriente.
Originalmente, su sabor era muy picante y por eso fue secado y molido, en calidad de especia. Cuando los primeros españoles ocuparon México, ya existían muchas variedades hechas tradicionalmente y cultivadas por la población nativa.
Para el cultivo del pimiento se requiere una temperatura cálida, al menos unos 20 °C de promedio, sin demasiados cambios bruscos y una tasa de humedad no demasiado alta, gran cantidad de luz, sobre todo durante el primer período de crecimiento tras la germinación.
Se puede cultivar en cualquier tipo de suelo, pero el ideal es el que posee buen drenaje, con presencia de arenas y materia orgánica. En la actualidad, la mayoría de pimientos son cultivados en invernaderos, pues el manejo de las condiciones exteriores es más controlable.
5 TIPOS DE PIMIENTOS
El pimiento es probablemente uno de los alimentos más versátiles que podemos encontrar en nuestra cocina. Son buenos complementos en guisos, se preparan asados, rellenos, sirven de plato principal o de guarnición. Sin embargo existen diferentes tipos de pimiento, los más populares son:
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1. Pimiento rojo, verde o amarillo
Sí, hablamos de la misma tipología, pero con diferentes colores. El pimiento California puede encontrarse en estas tres formas y, en España, suele recibir el nombre de su color. Disponen de una forma cúbica y achatada que los hace ideales para prepararlos rellenos gracias a su composición ahuecada. Se trata de pimientos dulces que también son perfectos para comer asados, con o sin contenido en su interior.
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2. Pimientos de Padrón
Quizás de los más famosos, aunque sean poco comunes en nuestra dieta diaria. Como todos sabemos “los pimientos de padrón, unos pican y otros no” y es que por su composición es muy complicado diferenciar cuáles te puedes comer con plena tranquilidad o cuáles van a hacerte saltar de la silla, ya que no hay un patrón que los distinga. Todos son de pequeño tamaño y color verde.
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3. Pimientos de piquillo
Se trata de una variedad producida en Navarra, España, posee denominación de origen protegida, cultivados en ocho municipios concretos del territorio español. Tienen una forma peculiar triangular y un tamaño pequeño y poco carnoso. La forma de presentarlos más común es enlatados de conserva. Su piel dura y la poca proporción de carne justifica que la mayoría de recetas sean rellenos, aunque también se cocinan asados.
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4. Pimiento italiano
Esta tipología foránea cuenta con una forma alargada y bastante fina. Destaca su versatilidad, ya que se pueden consumir tanto crudos como cocidos. Lo más común es contar con ellos como un ingrediente más de nuestras ensaladas en crudo, que da una textura crujiente. O, en el caso de cocinarlos, el interior se puede aprovechar al máximo si los freímos, dando como resultado un intenso sabor.
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5. Pimiento Lamuyo
Es una de las variedades más apreciadas. Son pimientos de grandes dimensiones y carne gruesa y sabrosa. Se caracterizan por su color rojo vivo y su sabor dulzón, ideal para complementar multitud de recetas como parte de su sofrito. Comúnmente se consumen asados, pero también son aptos para ensaladas, tienen buenas dimensiones para rellenarlos.
No importa cual se la manera en que los cocines, los pimientos aportarán muchísimo sabor a tus platillos y en cada bocado estarán presentes, así que manos a la cocina para crear comidas deliciosas, ¡Buen provecho!
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