La piel reseca puede manifestarse como áspera, escamosa, enrojecida y puede, en ocasiones, causar dolor, ocurre a menudo cuando no hay suficiente aceite y agua en las capas de la piel. La piel agrietada es especialmente habitual en manos y pies, principalmente en los dedos, pulgares, nudillos y talones.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Tiene una superficie aproximada de dos metros cuadrados. No es sólo una cubierta que te delimita y separa del exterior, tu piel está viva, está regenerándose continuamente y cumple unas funciones muy importantes para tu salud.
¿QUÉ OCASIONA LA PIEL RESECA?
La causa más común de las grietas en la piel es la sequedad extrema. Existen diversos factores que pueden ocasionar que la piel se reseque, por ejemplo:
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Genética: algunas personas están más predispuestas a tener la piel seca que otras.
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El clima: la piel seca es una afección común donde hay el clima es frío. El descenso de la humedad exterior, el aumento del calor dentro de los edificios y el hecho que estamos en constante cambio entre los dos ambientes favorece que la piel se reseque.
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El modo como tratamos la piel: algunos trabajos (los que requieren una labor manual o unos lavados frecuentes, p. ej., mecánicos, profesionales de la salud y peluqueros) ejercen más presión en la piel que otros y pueden causar la sequedad.
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Medicación: algunos medicamentos provocan la sequedad de la piel, como efecto secundario.
Puede obtener más información acerca de estas y otras causas en Piel corporal áspera, seca y agrietada.
Las manos, principalmente los nudillos y las cutículas, y los pies, talones, son particularmente propensos a tener la piel muy seca y agrietada.
¿CÓMO CUIDAR LA PIEL?
El cuidado regular de la piel de las manos, dedos y pies le ayudará a prevenir la sequedad de la piel y su posible agrietamiento. Si es una de esas personas que a menudo se pregunta ¿Por qué se me hacen heridas en los dedos de las manos? Aquí tiene algunas sugerencias sobre cómo cuidar la piel en estas zonas problemáticas habituales:
MANOS
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Si trabaja con sustancias químicas, póngase guantes protectores en las manos
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Lávese las manos con agua tibia, el agua demasiado caliente o demasiado fría puede perjudicar la piel.
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Evite productos de limpieza agresivos utiliza productos que tengan un valor de pH fisiológico para la piel.
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Hidrátela con regularidad: Tenga un producto de cuidado de la piel cerca de cada lugar donde se lave las manos, en casa y en el trabajo.
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Suavice las cutículas con regularidad con un hidratante, para evitar dañarlas.
PIES
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Asegúrese de que los zapatos son de su talla.
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Intente limitar el tiempo que pasa con calzado que ejerza más presión en los pies, como por ejemplo sandalias de suela fina y tacones altos.
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Córtese las uñas de los pies para que no le dañen la piel.
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Elimine la piel dura con delicadeza mediante una piedra pómez o similar cuando tenga la piel más reblandecida después de tomar un baño.
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Hidrátela con regularidad: es fácil olvidarse de hidratar los pies en los meses de invierno, lo que produce un aumento de los pies agrietados en esta época del año.