Bazo dilatado: causas y tratamiento

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Bazo dilatado causas y tratamiento
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El bazo es un órgano cuyas funciones guardan relación con el sistema inmunitario. No solemos percatarnos de su existencia, a menos que haya una afección.

Son diversos los factores que pueden ocasionar dolor en el bazo. Las causas abarcan desde algún tipo de lesión hasta enfermedades, como amiloidosis, mononucleosis, anemia falciforme, leucemia y hepatitis.

Por otra parte, además de dolor, se puede producir inflamación. El tratamiento dependerá de la causa.

Y aunque el bazo es importante, pues ayuda a filtrar la sangre y almacenar glóbulos blancos, es posible vivir sin él. Aunque en este caso, se vería afectada la respuesta del sistema inmunitario.

¿Qué es bazo dilatado (esplenomegalia)?

También conocida como esplenomegalia, la dilatación o inflamación del bazo puede deberse a múltiples causas como infecciones, padecimientos hepáticos, oncológicos y autoinmunes, entre otras.

Normalmente, un bazo agrandado no provoca sintomatología, por lo que su diagnóstico suele darse de manera fortuita en el ámbito de consultas, revisiones o estudios motivados por otras enfermedades.

Al ser una afección temporal o permanente originada por otros padecimientos, se trata de un síntoma en sí misma.

Existen diversas causas de la esplenomegalia, entre ellas:

  • Coágulos o compresión en las venas hepáticas o del bazo.
  • Lupus.
  • Sarcoidosis.
  • Procesos infecciosos de naturaleza viral.
  • Cuadros infecciosos bacterianos.
  • Parasitosis.
  • Problemas hepáticos.
  • Anemia.
  • Padecimientos oncológicos como la leucemia, neoplasia y linfoma.
  • Alteraciones metabólicas.

De no atenderse oportunamente la esplenomegalia y la causa de la misma, se corre el riesgo de sufrir una ruptura de bazo, produciendo un sangrado abdominal de gravedad cuyas consecuencias pueden ser fatales.

Síntomas

Cuando presenta sintomatología un bazo dilatado suele manifestar lo siguiente:

  • Opresión y dolor en el área superior izquierda del abdomen.
  • Sentirte lleno después de ingerir una diminuta cantidad de alimento debido a la presión que ejerce el bazo agrandado en el estómago.
  • Anemia.
  • Episodios infecciosos recurrentes.
  • Hemorragias frecuentes.

Bazo dilatado causas y tratamiento

¿Cómo se hace el diagnóstico?

En algunos casos, cuando se produce crecimiento anormal del bazo, puede no haber síntomas. Es posible que se descubra durante un examen físico de rutina, ya que el médico no debería sentir el bazo, a menos que esté agrandado.

Ahora bien, cuando hay dolor en el bazo o en la zona donde está ubicado, y se sospecha de algún problema, se puede realizar un diagnóstico por imágenes, a través de radiografías del abdomen, ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas nucleares.

Estas pruebas permiten determinar las dimensiones del bazo o si se encuentra comprimiendo otros órganos. Así como evaluar el riego sanguíneo.

Por otra parte, los análisis de sangre ayudan a identificar la causa del agrandamiento del bazo, al medir las cantidades de proteínas. También se puede hacer exploración de la médula ósea, a los fines de descartar leucemia o un linfoma.

Por último, cuando se ha extirpado quirúrgicamente el órgano, se hace una biopsia de tejidos para conocer si la causa de la hipertrofia tiene que ver con alguna enfermedad.

Tratamiento del dolor en el bazo

Hay diversas razones por las cuales se puede presentar dolor en el bazo. El tratamiento dependerá de las causas.

Por lo general, se apunta al abordaje de las patologías subyacentes. Si tiene que ver con anemia perniciosa, por ejemplo, se recomiendan inyecciones de vitamina B12; si se trata de linfomas, se aplica quimioterapia o radioterapia.

Es oportuno señalar que, cuando este órgano se afecta, se presentan infecciones a repetición. Debido a ello, se hace uso de antibióticos en conjunto con el tratamiento de base.

Por otra parte, si se produce la rotura del bazo y hay hemorragia, el médico debe evaluar cuál es la mejor opción y evitar que se agrave la situación. Suelen requerirse transfusiones sanguíneas.

Tanto en este caso, como en otras situaciones graves, la recomendación suele ser una cirugía de emergencia para remover el órgano, parcial o completamente.

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